Rita Blanco, de 37 años,no sabe qué hacer frente a la inacción judicial. Aseguró que hace tres años denunció a su marido, con quien se separó a causa de que su hija de 3 le indicó que el progenitor la manoseaba y la abusaba sexualmente.
Según publicó el diario Uno de Paraná, La mujer siente que el tiempo pasa y nadie le puede dar una respuesta, pese a que en la justicia se hizo la denuncia pertinente.
“El problema pasa en que al tratarse de un abuso simple, donde no quedan lesiones en las partes íntimas de la víctima, solo queda el testimonio de ella y lo que me dijo a mí y a mi madre. Para los psicólogos los abusos existieron, pero para las autoridades judiciales aún restan pruebas para comprometer a mi exesposo de 37 años, de apellido Méndez que en la actualidad vive en Santa Fe”, dijo la madre de la víctima.
“Hubo jueces y fiscales que me dieron una gran mano y me indicaron cómo avanzar con la denuncia que hoy se encuentra trabada en el juzgado de instrucción Nº 4 (a cargo de Héctor Villarrodona)”, reseñó la mujer, que vive en el barrio Paraná XX y no sale de su asombro porque en medio de la sustanciación de la causa se le permitió al exesposo seguir viendo a la víctima.
La madre resaltó: “¿Cómo pueden permitir que el hombre que la manoseó y le hizo todo tipo de aberraciones pueda visitarla o llevarla en su reclamo de derecho de padre?”.
“Francamente veo muy pocas ganas de investigar, de profundizar la denuncia. Se quedaron en que no hubo una violación, pero mi nena no quería saber nada de estar con el padre, ya que le hizo doler y mucho en lo que le hizo”, alertó la mujer, que se siente defraudada por la inacción de los defensores de Pobres y Menores como del Juzgado.
“Debo reconocer que al menos la fiscal Cecilia Bértora y el juez penal de Menores Mario Gómez del Río me escucharon y me asesoraron dónde hacer la denuncia porque el acusado era un mayor de edad”, enfatizó.
La madre hizo saber: “Los peritos oficiales de la Justicia no visualizaron un abuso sexual con acceso carnal, y como en la entrevista con los profesionales psiquiatras y psicólogos no hubo datos concretos de la nena, no se tomó en cuenta lo que me dijo a mí, a mi madre, e incluso a la psicóloga de parte que avaló la denuncia de que se estaba frente a un abuso sexual simple”.
Secuestrado por una mujer
Cecilia Ruhl es trabajadora del hospital San Roque, y dijo estar desesperada porque desde hace un par de días su hijo de 16 fue “enamorado” por una mujer de 34 que vive en el barrio Gauchito Gil.
“Mi hijo es adicto y perdió el control al enamorarse» de la mujer.
La denunciante reclamó mayor actitud al personal de la División Minoridad como del Juzgado de instrucción en turno donde se radicó la denuncia.
“Veo que desde la Policía no se quiso profundizar la investigación, se quedaron con que él estaba bien en la casa de esta mujer, pero no se preocuparon por todo lo que denuncié”, esgrimió.