Walter Pulido, un chofer de remisse de la misma empresa en que trabajaba quien fue asesinado el sábado a la madrugada, dijo que la intención es que se erradique “el flagelo de la droga” de la ciudad. “Queremos que se corte eso porque ya se pasaron de la raya. No puede ser que en menos de un año un señor mayor y cuatro chicos hayan muerto por chicos drogados”, señaló.
Por otra parte, en la Jefatura de Concepción del Uruguay, indicaron que los tres sospechosos, Matías Martinez, Juan Melgar y José Lucero, entre quienes se encontraría el homicida material, prestaron declaración en Tribunales y luego volvieron a la Comisaría 1º, cerca de las 19, donde funciona la Alcaldía. Ese es el único lugar de la ciudad donde se alojan a los detenidos mayores de edad dado que en la Jefatura y en las restantes comisarías no hay calabozos. Por el momento, en la Policía se sabe que siguen a disposición del fiscal Fernando Martínez Uncal.
“Tal vez si estuviesen en sus cabales, sino hubiesen consumido no lo hubiesen hecho pero con eso lo hicieron. Como que les da mas temperamento, por decirlo así”, dijo Pulido quien sostuvo que los choferes de remisse están expuestos a “cualquier peligro” las 24 horas los 365 días del año. “Vemos la gente drogada; vemos donde se vende y eso es lo que queremos sacar. Están los kioscos de venta de estupefacientes y los que les provee a esa gente”, explicó. Y sostuvo que es imprescindible porque no ven resultados respecto del trabajo de la Policía de la Provincia.
Pulido dijo que cerca de 500 choferes se sumaron a la iniciativa y acompañaron la entrega del petitorio además de muchos ciudadanos comunes. El miércoles a la noche se llevará a cabo otra marcha en reclamo de justicia por Claudio Farfán, un joven de 16 quien murió en la madrugada del jueves pasado tras haber agonizado durante días luego de ser baleado por la espalda. El implicado en el hecho está detenido y sería el mismo que fue encontrado culpable del asesinato de Leonardo Ogguier, hecho por el que fue apresado, culpado, y finalmente liberado por diferencias entre distintos estamentos de la Justicia que tenían en cuenta su edad y la supuesta vulneración de sus derechos.
“Este es un reclamo pacífico, no hay lugar para la violencia, no vamos a caer en la bajeza de destruir algo que nosotros como ciudadanos pagamos. No vamos a destruir nada. Vamos a hacer marchas pacíficas, tenemos que actuar como ciudadanos; no como delincuentes”, acoto el trabajador del volante.
