El acuerdo “tiene por finalidad coadyuvar a la instalación, fortalecimiento y consolidación de los procesos tendientes a la implementación de la Estrategia Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, conforme la impronta establecida por el Artículo 41 de la Constitución Nacional y de los objetivos planteados por la ley 25.916 de gestión integral de residuos domiciliarios”.
En el marco de este plan se dividió a la provincia en cuatro regiones: una con cabecera en Concepción del Uruguay, que engloba todo el departamento, más Colón, Rosario del Tala y Villaguay; otra con cabecera en Concordia, que abarca ese departamento, más Federación y San Salvador; la del Centro Norte, con cabecera en Feliciano, que suma a Federal, La Paz, Conscripto Bernardi, Chajarí, Bovril y otras localidades, y la de Paraná, que es tomada como monomunicipio y micro región a la vez, en función del volumen de residuos que maneja”.
Concordia quedará fuera del alcance del convenio. El 19 de octubre pasado, el Concejo Deliberante ratificó el convenio firmado por el Municipio de Concordia y la empresa Cetru S.A. para la construcción y operación de una planta de selección, reciclaje y disposición final de residuos urbanos. El voto favorable de siete concejales otorgó la concesión del Campo del Abasto a la firma por un plazo de 20 años.
La ceremonia tendrá lugar mañana, participarán el gobernador Jorge Busti y la secretaria de Medio Ambiente nacional, Romina Picolotti, que formalizarán así una faena que ha venido monitoreando desde hace unos meses el secretario de Desarrollo, Ecología y Control Ambiental de la provincia, Gabriel Moguilner, y la propia Unidad Ejecutora Provincial, a cargo de Héctor Martín Fabre.
Este acuerdo parte del reconocimiento de que la problemática de los residuos en general y de los basurales a cielo abierto en particular, es una de las cuestiones que genera mayor preocupación socioambiental.
En realidad, el trayecto es suficientemente engorroso porque, entre otras dificultades, plantea la necesidad de producir acuerdos con distintos municipios y, sobre todo, arribar a coincidencias operativas que puedan ser sostenidas en el tiempo. Lo que no es nada sencillo. Desde 2004, hay esfuerzos de coordinación en este sentido. En principio, está establecido que hay que ir produciendo informes de avance por región, para ir respondiendo a las exigencias de la Unidad Nacional de Preinversión, dependiente de la Secretaría de Política Económica de la Nación.
El propio Moguilner explicó que “este plan provincial va por el segundo informe de avance y debería estar concluido para febrero de 2007. Para ello están trabajando los técnicos y especialistas, que son consultores independientes, y se están ubicando los sitios tentativos de disposición final, donde se localizarían los rellenos sanitarios”. Precisó que “se requiere un radio máximo de entre 40 y 80 kilómetros de las localidades que harían llegar sus residuos para ubicar las estaciones de transferencia, donde se instalarán las plantas de tratamiento para reciclados”. Moguilner indicó que este plan implica un proceso que “se inicia desde la recolección diferenciada de la basura, donde se dividirán los residuos orgánicos de los inorgánicos y, a futuro, los residuos biopatogénicos. El objetivo es tratar de mitigar los impactos negativos que generan los residuos en el ambiente, pero también la inclusión social de quienes viven de la basura, para que pasen de ser trabajadores informales a formales”. El convenio que mañana se suscribirá tiende a introducir miradas especializadas que permitan alcanzar los objetivos en tiempo y forma, es decir, que ayuden a producir el tipo de coordinación que haga confluir los esfuerzos en un plan provincial, con la idea de lograr el aval del Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento (BIRF). La entidad, que depende del Banco Mundial, ha liberado un crédito de 40 millones de dólares para el conjunto de las provincias, con el atractivo de que las jurisdicciones no deberán devolverlos. De ahí el interés por ajustarse a las exigencias y poder entrar en los primeros tramos del préstamo.