Una de las empleadas cesanteadas ingresó hace ocho años y estaba en el hospital de esa localidad. “Pasó por todos los estamentos de la municipalidad de Colón con informe de los jefes. No por buen desempeño”, dijo. Estuvo en Cultura donde tuvo un problema con el director de esa repartición. El último lugar donde fue era el nosocomio y la directora decidió que vuelva al municipio hace dos meses atrás. En última instancia estuvo en el museo de la ciudad. Además, Rebord dijo que la mujer no cumplió con las expectativas que tenía. En cambio, el marido de la mujer, también empleado del municipio, mantuvo su cargo. “Es sereno”, dijo el intendente. “No es que hubo represalias o porque no habían ido a una caravana o a un cierre de actos”, aclaró Rebord a Radio Ciudadana (FM 89.7).
Al mismo tiempo, dijo los contratados, para ingresar a planta permanente, tienen que acceder por concurso. Esa condición fue estipulada por el intendente anterior Hugo Marsó, quien luego fue ministro de Turismo de Sergio Urribarri. Pero, previamente, Rebord puso otra condición: deben estar como mínimo ocho años en el municipio. “Quienes entraron conmigo, el 11 de diciembre pueden llegar a concurso”, explicó.
Por ende, el intendente que venga se encontrará con los contratados de Rebord y deberá tomar la decisión de concursar los cargos para que pasen a planta. “Lo que no me gustó nunca que me hicieron a mí trate de no tentarme y hacerlo a otro”, señaló. La cláusula que estableció por ordenanza para que no le pase a su sucesor lo que a él le sucedió cuando asumió: se encontró con 100 empleados en planta que había dejado su antecesor. No obstante, hay que acotar que el artículo 7º de la ley de empleo público de la provincia (Nº 9.755) establece que “La estabilidad en el empleo público se adquirirá transcurrido un año de desempeño ininterrumpido en el cargo de planta permanente”.
Luego de las elecciones, el intendente de Colón, Mariano Rebord, rescindió 30 contratos y estaría preparando otro paquete de despidos, dijo el secretario general provincial del sindicato, Oscar Muntes. “Como perdieron las elecciones en Colón se despiden a los trabajadores que tienen entre 8 y 12 años”, indicó.
Pero el mandatario comunal dijo que ATE entró al municipio porque él les abrió la puerta. Y remarcó que hoy los empleados municipales cobran el medio aguinaldo. “Con un 10 %, casi un 60 % en un año, de paritarias”, indicó. El salario mínimo de un empleado municipal es de $ 15.000. Además, dijo que todos están en blanco, tienen aportes y obra social.
Además, dijo que tiene relación con el padre de una de las empleadas (que a su vez tiene parentesco con el intendente electo) quien tiene una agencia de quiniela y le pidió por la hija. “Para ver si podía entrar por seis meses”, dijo Rebord. Pero la joven estuvo cinco años. “No se le renovó el contrato”, explicó. La idea es llegar con los números en orden, argumentó. Y negó que se le haya cortado el vínculo laboral por “traidora”, tal como adujo la joven según sostiene le habría dicho un notificador quien, a su vez, negó haber proferido esa frase.
“Entre junio y julio vencen todos los contratados. Voy a dejar que el intendente que venga haga lo que era con los contratados. Que él tome la decisión”, dijo. Asimismo, indicó que hay un sobrante de empleados. “Tengo una planta de 770 y hay 830 empleados, tampoco es muy grande. No es muy muy, ni tan tan, comparados con otros municipios”, aclaró. Además, sostuvo que la lista era más larga pero se comprometió a no despedir mas gente.
Por último, respecto de la derrota del PJ el domingo pasado, dijo que “el pueblo es soberano” y que “hay un desgaste producto de tres gestiones seguidas”. Asimismo, remarcó que ayer fue a Buenos Aires a reclamar por las viviendas a las que se había comprometido el presidente Mauricio Macri cuando estuvo en Entre Ríos a principios de 2016 cuando hubo inundaciones. Eran más de 3.000 para la provincia y a Colon le correspondían 80. Pero solo se hicieron ocho. “Ya vamos por la tercera inundación y las viviendas no aparecen”, expresó.
