Reapareció Montiel y comparó a los radicales de antaño con los de ahora

Montiel recordó que la UCR es un “partido que tiene más de 100 años y luchó contra las oligarquías y los gobiernos militares, contra las dictaduras, los gobiernos populistas en todos sus excesos. Con errores, con inconveniente, pero manteniendo las ideas de moral esencial, para que un país progrese adecuadamente”, aseveró Montiel,
Asimismo, habló de la honestidad, dijo que “se hicieron obras, pero que nunca se les pegó un alfiler” y prosiguió señalando que “permanentemente vemos la corrupción como un elemento de gobierno, para comprar un Borocoto, un antes y un después también. Para tratar de hacer hocicar, como dicen en el campo, a quien está en una función publica para que tengan que arrodillarse y así poder cumplir sus funciones de un gobierno”. Obviamente no se refería a la compra de senadores con la Banelco ocurrida en el gobierno de De la Rua para aprobar una ley que perjudicaba a los trabajadores, sino a las transas ocurridas en gobiernos de distinto signo que no los tuvo a los radicales como protagonistas.

MONTIEL ; AGUAD Y LAS MANOS LIMPIAS…
Dijo Montiel en ese discurso… “Oscar Aguad, interventor en Corrientes, diputado nacional, hombre importante en la vida del partido. Nadie lo puede acusar de haberse llevado un alfiler al bolsillo y estuvo muchos años en la función pública. El tenía la autoridad total para plantear el fin de la corrupción como una forma autoritaria y personalista de ejercer el poder como lo estamos sufriendo”.
Quizá el ex gobernador de Entre Ríos carezca de información o no lo haya tenido presente pero, el ejemplo utilizado no fue el mejor.
A Oscar Aguad la Justicia correntina acaba de procesarlo por la comisión del delito de “administración infiel” mientras se desempeñó como interventor de la capital correntina.
El diputado cobista estuvo al frente de la ciudad de Corrientes durante el gobierno de la Alianza. Llegó allí de la mano de Ramón Mestre, otro cordobés al que Fernando de la Rúa confió la intervención federal de la provincia.
Aguad fue procesado en el marco de una causa en la que se investiga la toma de un crédito de 60 millones de pesos/dólares. La medida la dictó la jueza Laura Varela, quien también dispuso el procesamiento de Ramón Darwich, ex ministro de Hacienda de la intervención federal, y Fidias Mitridiates Sanz, quien se desempeñó como secretario de Hacienda municipal durante la gestión de Aguad.
La propia Municipalidad de Corrientes se constituyó como querellante en la causa por la cual fue procesado Aguad.

REIVINDICO GOBIERNOS RADICALES INCLUIDO EL SUYO
“El radicalismo fue demostrando a través de todos los años como ha tratado de levantarse, con un federalismo integrado en la fuerza de la provincia y de la Nación”, subrayó y cito algunos ejemplos: “En 1927, el gobernador Eduardo Laurencena consiguió del presidente Marcelo T de Alvear las balsas que nos servían de tránsito automotor con Santa Fe. Fermín Garay llevó adelante la obra de Zárate-Brazo Largo. Provincia y país en un federalismo auténtico. El túnel fue una obra que rompía por primera vez el sistema de comunicaciones de Argentina, todo centralizado hacia Buenos Aires. El túnel era transversal y lo manejaban las provincias y el gobierno nacional en un gesto de federalismo, le dio el dinero para que se sirviera de caja mientras se hiciera la obra”.
Seguidamente, se refirió a la situación de la provincia en sus gobiernos: “En 1987 dejamos la provincia en óptimas condiciones, con 416 obras públicas. Así terminaron, no hechas, sino negociadas. Lamentablemente, pagamos pero no se hicieron. Por segunda vez goberné Entre Ríos, en la primera hicimos los créditos a valor producto para la gente del campo, peleamos por la Dirección Provincial de Vialidad para tener caminos eficientes, habíamos peleado por Puerto Ibicuy, repuesto el tren de Paraná a Buenos Aires. Todo fue volteado, no se cayó”.
“En la segunda gestión, en la campaña propusimos crear una universidad provincial, la única que existe en Argentina, para eso juntamos los institutos existentes. Los clientelistas iban a pedir que no se la autorizara y el gobierno de De La Rúa lo autorizó y decretó que debía existir. Presidente y gobernador radical, más allá de errores y defectos”.
“Junto con esto algunas otras cosas. Pero asistimos a lo que era una obra esencial de nuestra primera gestión: el gas. El cruce fue una proeza muy grande para cruzar más de 20 kilómetros por debajo del río. Yo estuve en el obrador y ví como con cada golpe dado, se acercaba el gas a nuestra provincia. Quedaban para usar durante dos años el gas pero pagarlo al valor de los otros combustibles, y sus ganancias quedaran para la empresa de gas que habíamos creado con empleados trasladados de otros organismos. Creamos en el banco una cuenta donde cada uno aportaba lo que valía la conexión, pero no podía ser tocada por el gobierno, esa suma recién se podía utilizar al hacer la conexión, sino el dueño la podía retirar”.
“Al eliminar la empresa de gas y al eliminar la jurisdicción que tenía la provincia de tener su gas, la privaron a la provincia de una renta de 300 millones de dólares, cuando el presupuesto no llegaba a 500. Esto significaba repartir energía y tener ganancias. Haber transformado a Entre Ríos no solo por la obra sino por la utilización. Pero eso se paro por el clientelismo”.
“Se le daba a una persona un zapato antes de las elecciones y el otro después. Clientelismo. No se le permitió a nadie levantar cabeza. Siempre iban a tener que venir de rodillas a pedir, el otro zapato. Que diferencia esencial, entre esta obra tan trascendente que cambiaba la vida familiar y económica de la provincia. La empresa estaba echa para todos no para algunos. Lo cambiaron para mantener una porción de votos que les permitiera mantenerse en el poder. Fingiendo que esto era democracia, diciendo que estas eran las actividades y deseos de la población y la población lo que quiere es vivir de su trabajo, bien remunerado, mandar los chicos a la escuela sin depender del caudillo de turno. Que haya posibilidades para todos. Está lleno de argentinos que no pueden acceder a una vida mejor. Por culpa de este clientelismo, por calificarlos de alguna manera”, fustigó.
“Cuando hicimos esta obra pensamos en la industria por eso entramos por el parque industrial, para que la industria fuera la primera beneficiada y se pudiera generar mas trabajo. Buscamos hacerlo de manera eficiente”.
“Cuando se compara este sistema de servicios públicos que hicimos y donde impera el interés común, y el de las obras no hechas para hacer distribucionismo. Por más que regalen zapatos, heladeras y cocinas no van a poder destruir este radicalismo. No les damos zapatos, preferimos hacer una escuela, darles trabajo, levantar un hospital, hacer un camino, traer el gas”.
Finalmente, agradeció “enormemente a la comisión que vuelve a recordar esta obra, no por ser de un gobierno, sino por ser una obra política trascendente, con profundo contenido económico y social, en la integridad total del radicalismo y de todas sus fuerzas”.

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