Rattazzi financia a FIAT con dinero argentino pero ataca el plan económico

El ejecutivo desempolvó sus memorias menemistas y ahora que el préstamos del Bicentenario ya se monetizó (está acreditado en la cuenta del Banco Nación), disparó con munición gruesa contra una política económica que le resulta incomoda siempre que quiere hacer lobby por sus negocios.
En un foro público, Rattazzi dijo que “ningún país puede pensar en tener aumentos de salarios año tras año del 25%, el 30% y no tener algún tipo de presión sobre el sistema económico, especialmente sobre el sistema de precios”.
Además, también atacó con virulencia el sistema impositivo nacional. A Rattazzi no sólo le preocupa pagar buenos salarios a aquellos obreros, muchos de los cuales después le comprarán sus autos, sino que también quiere pagar menos impuestos, una de las herramientas que le permitió al país poner en marcha el Fondo del Bicentenario por $ 8000 millones a tasas bajas. Ahora a Rattazzi le preocupa la competitividad, pero no dijo nada de la inflación cuando el gobierno aprobó su plan de inversiones y le acreditó $ 580 millones a una tasa del 9% y con un plazo de pago de cinco años con un año de gracia incluido. Desde el gobierno hicieron todo lo posible para relativizar las palabras de Rattazzi y diferenciar la persona del emprendimiento que está llevando adelante la multinacional italiana.
“Nosotros valoramos el proyecto porque va a permitir aumentar el empleo, no nos interesan las declaraciones de Rattazzi”, indicó una alta fuente del Ministerio de Industria.
En el Ejecutivo se mostraron absortos por los dichos del italiano porque el contexto económico y sectorial es inmejorable.
Durante 2010, la producción automotriz argentina rompió todos los records al alcanzar las 776.540, lo que representó un aumento inédito del 40% con respecto al año anterior.
De ese total, más de 96 mil unidades correspondieron a Fiat Argentina, que logró insertar en el mercado casi 20 mil autos más que en 2009.
El negocio automotriz ha venido creciendo de forma sostenida, desde los últimos meses de 2009, cuando el Estado argentino frenó el impacto de la crisis internacional subsidiando parte del salario que las automotrices les pagaban a sus trabajadores.
El Repro implicaba una suma no remunerativa de $ 600 destinada a completar el sueldo, mediante el pago directo a través de la ANSES.
Cuando las gigantes compañías automotrices de los Estados Unidos empiezan un proceso de caída libre por una de las peores crisis de la historia económica, la Argentina le otorgó a General Motors un crédito blando por $ 259 millones, dinero que le permitió financiar el desarrollo del modelo Agile en el país.
Después, el crecimiento del consumo en el mercado local y la reactivación que evidenció Brasil, pusieron otra vez en marcha a toda la industria de autos.
En este nuevo marco de crecimiento, desde el Ejecutivo pusieron en marcha el Bicentenario como una herramienta para empujar el proceso de inversión que, después de la crisis, se había demorado por la incertidumbre en el mediano plazo que generar la coyuntura internacional.
Hace unas horas, Rattazzi perdió los estribos y se desbocó para tratar de ganar nuevos espacios, intentando sacarle una tajada a la proximidad de las elecciones presidenciales. Fuentes del sector señalaron que el trasfondo de este nuevo lobby apunta a conseguir una reducción de impuestos en momentos en que el sector recibe todos los días una lluvia de dinero por sus ventas.
Fuente: Tiempo Argentino

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