“Fui designado por (el ex-intendente Hernán) Orduna, más que nada para defender a los vecinos de las molestias y los problemas que tenían durante la construcción”, dijo Arrarte. Como es ingeniero civil, durante el transcurso de su tarea observó algunas cuestiones que, a su criterio, se estaban haciendo en forma errónea. “Tengo una carpeta de notas acerca de problemas que en ese momento surgían”, dijo. El problema fue que la empresa que se encargó de la construcción fue contratada por la Provincia, y ésta no le dio ningún tipo de participación al municipio. “Ellos no se consideraban inspeccionados; la Supce no me aceptaba la notas”, señaló.
Los problemas que no se corrigieron durante la construcción del entubado fueron:
• Mala compactación del suelo: producen corrimientos y fisuras en las casas.
• Lagunas de retención: “se hicieron para que el agua, cuando hay un chaparrón, sea retenida y después liberada a través de un caño de menor diámetro para hacer un deslizamiento suave. Cuando se agota el agua, queda un parque porque se hicieron senderos, buena iluminación, pusieron bancos y cortaron el césped. Ahora es un desastre porque está todo lleno de mugre, ripio; evidentemente no se previó la necesidad de la limpieza periódica”, expresó.
• Conexiones entre desagües pluviales y cloacales: “cuando llueve, las tapas saltan en las esquinas porque la capacidad del caño cloacal no alcanza a sacar el agua que entra. Ese caño en algún lugar está conectado con el desagüe pluvial”. El inconveniente más agudo es que el agua se introduce en las viviendas vecinas. “Se mete por el caño de cloaca, revienta en los baños y se derrama por toda la casa. Hay casas que se inundan de caca los días de lluvia. Otros han puesto han puesto bisagras ( o compuertas) que es una válvula que impide que el agua pueda entrar cuando llueve y solo abre para el lado de afuera. Pero eso aumenta la presión en el caño de cloacas y por eso revienta en varios lugares o levantan la tapa”, dijo Arrarte.
• Cañerías de cloacas y agua potable mal colocadas: “Los caños están dislocados, el aguan sale, embebe el suelo alrededor del caño y a veces sale a la superficie, se vuelca dentro de las casas y las inunda”, sostuvo.
• Malos “drenes”: Arrarte explicó que “el lugar por donde pasa el arroyo ahora no es el lugar por donde pasaba antes. Antes pasaba a través de las manzanas y ahora fue desviado hacia las calles. Pero el agua no es un vehículo ni va por donde uno quiere sino por donde ha pasado a través de miles de años. Cuando no puede porque encuentra cemento ¿qué hace?, sube en los terrenos laterales”.
Para evitar que ascienda, se construyen “drenes” (agujeros que le permiten al agua entrar al entubado) pero “están mal hechos”. “En muchos lugares hay agua casi en la superficie y cuando llueve seguido, el agua que ha caído dentro de las casas, en vez de irse, queda arruinando completamente el terreno, empapando las zonas de las fundaciones de la casa, produciendo hundimientos que producen fisuras en las paredes”, explicó.
• Limpieza del entubado: hay muchas calles enripiadas en el nacimiento de los arroyos. “En las calles de fuertes pendientes, el agua corre con mucha velocidad, a veces abarcando de vereda a vereda y arrastra el ripio y los mete por la cámara de captación y lo decanta, lo deja hundirse, quedar dentro del caño”, señaló.
Según una investigación encargada por la intendencia a los Bomberos para que recorrieran el entubado y vieran cuanta arena había dentro del entubado. “Hay lugares que hay entre 50 y 60 cm. de arena dentro de los caños. Quiere decir de que de a poco se va tapando. La arena y el ripio, una vez que decantan y se asientan, es imposible moverlos. Habría que entrar con pico y pala o con una motocargadora, cosa que no se puede hacer porque los gases de combustión del vehículo lo matarían al que maneja”, expresó el ingeniero.
El problema para limpiarlo es que hay una sola entrada, en la esquina de Urdinarrain y Brown, y había otra planeada en el tramo entre Alem y Andrade pero “no se hizo nunca”. “Quiere decir que hay una sola entrada a toda la cañería”, precisó. Es más, en esa manzana se dejó el cauce como estaba y es “una mugre bárbara”.
¿Hay solución?
Arrarte señaló que la Provincia debería encargarse de solucionar las falencias detalladas porque la capacidad económica del municipio no alcanza para crear una organización que se encargue de la limpieza y adquirir la maquinaria que se adapte a la limpieza. “Si bien la municipalidad puede tener algo de culpa por no limpiar, la verdad es que le entregaron una cosa más grande de la que podía manejar”, señaló.