Aún más, sostienen que en la actualidad se ha llegado al extremo de no permitir el tránsito debido a la grosera negligencia con que se está trabajando, derramando el agua del refulado sobre el desvío para transitar, logrando que sin lluvia y con el río que no afecta el nivel del camino se empantanen los vehículos y no pueda ingresar el colectivo en varias ocasiones por la posibilidad cierta de volcar, arriesgando la vida de las personas.
En el camino de acceso el tránsito está restringido -lo cortan una hora para un lado y una hora para el otro-, no permiten el tránsito pesado, no ingresan colectivos, la producción regional no encuentra caminos por donde salir, y no pueden entrar los proveedores.
Exigimos que inmediatamente se tomen las medidas para garantizar el tránsito de todo tipo de vehículos para no dañar aún más la paralizada economía regional. Asimismo, expresamos la preocupación sobre la notable impunidad y falta de control con que operan las empresas constructoras, cuando conocemos el elevado presupuesto destinado a este camino de acceso.