Bernardis aseguró que las versiones que señalaban que se manejaban como operadores con el ministro de Gobierno, Sergio Urribarri, apuntaban al presidente del radicalismo a nivel provincial, Sergio Varisco, y al presidente del bloque de diputados, Fabián Rogel.
“A nosotros nos preocupa porque en sus afirmaciones dijo que había varios dirigentes del radicalismo que habían ido a pedir favores a cambio de operar a favor de la reforma”, aseguró.
Bernardis aseguró que las declaraciones no sólo genera preocupación sino que: “nos insulta y nos agravia”. Además se manifestó preocupado por “la tranquilidad con la que lo ha tomado el partido porque hizo un pedido de informes hace ya más de un mes y el gobernador no lo contesta. No nos sirve el silencio del gobernador porque genera la sospecha”.
La corriente le envió un “fuerte” documento a Varisco señalándole que no están dispuestos a tirar “115 años de historia del radicalismo a la basura”. Bernardis añadió: “quedamos todos los dirigentes sospechados que hemos negociado con el gobierno”,
“Es muy grave que hayan ido a pedir favores porque esos favores implican plata del estado, de los contribuyentes”, aseguró. Según el dirigente, le transmitieron a Varisco: “que si él no hace nada, nosotros vamos a ir al tribunal de ética partidario para agotar la vía partidaria y después vamos a ir a la Justicia porque en algún lado, alguien le tiene que dar una respuesta a esto”.
El dirigente de la corriente “Leandro N. Alem” aseguró: “nosotros vamos a conseguir que el gobernador diga: quienes fueron los radicales traidores que fueron a pactar la reforma de la constitución con el gobierno a espaldas del afiliado radical, cuales fueron los favores y con que plata se pagaron”.
No hay oposición
El dirigente analizó el papel del radicalismo en Entre Ríos y disparó: “no es oposición de nada”. Como ejemplo, mencionó la reestatización de Edeersa, “con un costo de 315 millones de pesos para la provincia y el radicalismo no da una opinión. Aquí están pasando cosas muy graves”.
Bernardis aseguró que su partido, no sólo no ejerce el papel de control de los actos de gobierno, sino que además carece de “un proyecto alternativo que supere la idea de gobierno”.
El dirigente luego redondeó la idea. “Después no podemos salir en la campaña, ahora cuando tengamos las elecciones internas, castigando al gobierno diciendo las falencias. Eso tendríamos que hacerlo todos los días, pero no con ánimo destructivo sino mostrando un proyecto mejor. No hay ni una cosa ni la otra”.
“La gente está esperando otra cosa: honestidad, proyectos y políticos preocupados por el desarrollo de la provincia. Esta mediocridad de dirigentes hace que uno pierda las ilusiones”, remató.