Musto acudió a Tribunales acompañado por su abogado Héctor Bergara, pero se abstuvo de declarar, “aunque lo puede hacer en cualquier momento”, confirmó su defensor. Al ex coordinador responsable del galpón, se le imputa el mismo delito que a Degani, “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
A entender del defensor, Musto “declarará en cualquier momento en la causa. Si no lo hizo hoy (por ayer) se debe a una estrategia de la defensa, ya que todavía faltan declarar “testigo importantes”, entre ellos según Bergara, el actual director de Intendencia y Servicios Generales, Ricardo Remedi, quien se hizo cargo del control de los galpones después de conocerse la destrucción de la mercadería. “Consideramos que Remedi es un testigo importante, por eso le recomendé a mi defendido que no declare en la jornada, pero lo puede hacer en cualquier momento”, dijo Bergara.
En junio de 2005, tomó estado público la noticia sobre la quema de cinco toneladas de alimentos que estaban destinadas a personas con problemas nutricionales. La mercadería fue incinerada al comprobarse que se habían vencido o estaba mal almacenada en el depósito oficial. Este hecho motivó el alejamiento de Musto y luego la caída de la ministra de Salud y Acción Social, Graciela López de Degani.
De acuerdo a la agenda del juez Maldonado, el actual director de Intendencia y Servicio Generales deberá presentarse hoy en el Juzgado de Instrucción Nº 6.
Cuando se produjo la destrucción de la mercadería que debía ser destinada a los planes sociales, Musto cumplía funciones de coordinador a cargo del depósito de alimentos. “Vamos a seguir con el proceso, vamos a esperar que declaren los testigos y la doctora Degani, que lo hará el 7 de noviembre. Después de ahí el juez deberá decidir la situación procesal de los acusados”, acotó. La ex-titular de Salud prestará declaración el mes próximo porque se encuentra en Washington, Estados Unidos, participando de unas jornadas de salud reproductiva.
Los alimentos eran almacenados en los galpones cedidos por la Segunda Brigada Blindada del Ejército y debía ser distribuida a personas con problemas nutricionales. Según los datos oficiales, se perdieron 2.800 kilos de harina, 2.000 kilos de fideos, 200 paquetes de dulce de membrillo y otros 100 con cacao. Según el Gobierno, la mercadería se valuaba en 5 mil pesos, aunque Degani en ese momento prefirió no hablar de dinero y sólo se limitó a reconocer que “la mercadería estaba en mal estado debido a la irresponsabilidad con la que estaban estibados estos productos, a partir de lo cual se deterioraron”.