…No todo empezó ayer, ni todo terminará mañana. Pero el tiempo que nos ha tocado hoy vivir es sin dudas histórico…
Pte. Hugo Chávez Frías (Discurso ofrecido en la constitución de la UNASUR)
Tal vez a este recuerdo sin duda vienen otros cargados de una epopeya singular, de dignificación, de justicia, de bastas de “Puntos Finales”, y de portazos y descuelgues de cuadros. Después de décadas y décadas cargadas de imposiciones extrajeras, de recetas del FMI, vinieron esas jóvenes masas movilizadas con banderas coloridas y consignas lejanas, llenos de participación, de solidaridad y entusiasmo, redescubriendo en viejas canciones la militancia dormida y silenciada, y la alegría de empezar a soñar de que algo diferente podría ser factible.
En nuestro caso, de manera minúscula, un grupo de amigos que constituíamos “Casa de la Amistad con Cuba”, muto de nombre por “Casa de la Amistad con los Pueblos de América”, y en ese cambio se reflejaba los procesos populares que estaban desarrollándose en América Latina durante esta década, como puertas nuevas que se abrían en una corriente de pueblos hermanados por lazos históricos.
Este “Espíritu de Época” hizo que se allegaran a nuestra ciudad viejos líderes de otras revoluciones que volvíamos a repensar. Escritores populares, y embajadores de países que nos contaban de aquellos viejos caudillos y líderes de sus patrias chicas y de como pensaban su libertad.
Y entonces vino el “NO” al ALCA en Mar del Plata, que fue en un grito el “SI” que proponía el ALBA, esa alternativa bolivariana para las Américas, y entonces esos programas sociales como la OPERACIÓN MILAGRO, y el Programa YO, SÍ PUEDO, ideados por Fidel y por Hugo Chávez en sus conversaciones de caribeñas madrugadas…
¿Quién iba a decir? Esta ciudad que cuenta con tantos compañeros desaparecidos y torturados, si nos vieran hoy…
Y ahí recordamos el coraje cívico y político de Gustavo Bordet en nuestra ciudad que aceptara gustoso de que funcionen esas banderas de inclusión en este rincón del país, y que le han cambiado en forma concreta la vida a tantos concordienses. De esto y mucho más se trata la “Unidad Latinoamericana”.
Acaso, también es digno de recordar la solidaridad del pueblo cubano al graduar en sus universidades prestigiosas a más de una docena de concordienses humildes, y que si no hubiese sido así jamás nunca hubiesen podido estudiar medicina u otras carreras.
Y finalmente, hace apenas unas semanas, un sueño viejo y anacrónico como aquella “Guerra Fría”…el inicio de las relaciones diplomáticas entre la superpotencia más hostil y pendenciera del mundo y el pequeño gran país de Cuba. Aquella isla, que por el mero hecho de querer darse su propio modelo de país sufre desde hace 50 años el hostigamiento permanente de los que se creen dueños del mundo, a 90 millas de su frontera.
En este marco, el intercambio de prisioneros, recordando que fue este CONCEJO DELIBERANTE de CONCORDIA, y este Intendente actual quienes votaron y se expidieron por resoluciones y decretos respectivos a favor de la libertad de los cinco cubanos presos en MIAMI en forma totalmente arbitraria por los Estados Unidos.
Lo que nosotros hemos bregado y sostenido desde “Casa de la Amistad” por tantos años hoy podemos ver una luz que sea posibilidad de progreso para la maltrecha economía del país hermano y que a través de la diplomacia se dé fin a tanta injusticia criminal y prepotente contra el pueblo cubano.
Sin duda este 1º de enero, fecha que recuerda la entrada triunfal de Fidel Castro, del Che y de Camilo Cienfuegos a La Habana dando inicio a la experiencia revolucionaria cubana, será festejado como aquella imagen bíblica del David venciendo al Goliat. Así lo sentimos pues en esta parte del mundo.
Es sin duda éste el “Espíritu de este Tiempo” que nos compromete en lo macro a seguir soñando por la unidad de toda Latinoamérica, y bregar por el fortalecimientos de los bloques como la UNASUR, la CELAC y el MERCOSUR en post de dejar una región libre de violencia y conflictos, más solidaria, más justa socialmente, y más políticamente soberana. Y en lo local seguir apoyando este proceso, no permitiendo que se desvíe el fin de nuestro objetivo, y que aun faltando mucho por hacer en nuestra ciudad poner toda la energía para redoblar los esfuerzos, y que las banderas de la Patria Grande no dejen nunca de flamear en lo alto.