Con solo recorrer el archivo de nuestro diario se podrá observar que ninguno de los temas de verdadero interés comunitario estuvo ausente en nuestras páginas. Nuestro propósito, la razón de nuestra existencia, fue trabajar contra el ocultamiento de la verdad. Sabemos el daño que esto produce en las sociedades. Este país y especialmente esta ciudad padeció de ese ocultamiento durante muchos años. Nuestro objetivo supremo entonces, fue y es, informar, por sobre todo y a pesar de todo. Nos propusimos desde el comienzo ser la contracara del “hacer como qué”. En otras palabras, sería un fraude alardear con la publicación de informaciones que no afectan grandes intereses y por tanto, carecen de costo y, por otro lado, ocultar, negar, esconder, obviar lo que puede acarrear inconvenientes. El nivel de transparencia debe ser tal, que nuestros lectores deben saber que, lo que no hicimos es porque no pudimos, no porque no nos dejaron, no porque nos ordenaron, no porque nos presionaron, no porque no convenía a nuestros intereses. Ninguna de esas expresiones integra el vocabulario de nuestra redacción, ni de esta, ni de ninguna de las redacciones que compartimos con compañeros que ya no están junto a nosotros. No es así porque somos valientes, prepotentes o temerarios, es así porque creemos que no se puede hacer periodismo sin libertad. La libertad de expresión es condición indispensable en esta profesión, de lo contrario, es imposible poder respetar el derecho de la sociedad a la información. Decididamente, no se puede hacer periodismo sin libertad, por eso la defendemos tanto, no solo la nuestra, también la de Uds. la de todos.
Esa y no otra es la razón por la que Ud. puede ver en este diario los comentarios más virulentos contra nosotros mismos. Publicamos esos comentarios que nos difaman impunemente y detrás del anonimato, solo para ofrecer un fuerte, un fuertísimo mensaje a favor de la idea que todos tenemos derecho a decir lo que pensamos, incluso las peores cosas y a que no se nos censure por ello. Y somos nosotros, no nuestros lectores los que nos ofrecemos al escarnio, no por víctimas ni porque somos masoquistas, lo hacemos porque solo con el ejemplo se puede enseñar a que es mejor mostrar que ocultar.
No pretendemos ningún aplauso por ello, solo tratamos de hacer nuestra tarea, somos comunicadores y se nos ocurrió que así podíamos comunicar esto del respeto a la libertad de expresarse del otro. Claro que, vendrá luego la segunda etapa, la de la responsabilidad ciudadana, la de saber que, así como nos asiste el derecho a expresarnos, tenemos la obligación de no ofender ni agraviar gratuitamente y sin pruebas y sin otra razón que los distintos tipos de odios que nos avanzan y nos nublan.
La razón que nos impulsó a ofrecer a nuestros lectores un mail de comentarios no es la difamación gratuita y graciosa. Es la posibilidad del debate verdadero, del intercambio de ideas y de información. O sea, la razón es crecer como seres humanos, no ingresar al fango de la intolerancia. Debemos saber que no es un pecado pensar distinto. Debemos saber que tenemos que convivir con el otro, que el otro es un semejante, un ciudadano igual que nosotros y que, así como puede enfurecerme su forma de ver las cosas, debo pensar que a ellos les debe pasar lo mismo conmigo. La forma de dirimir esas cuitas es procurando mayores argumentos que el otro y exponerlos. Acostumbrarnos a que el peso de la razón tiene una dimensión difícil de igualar. Para eso propusimos este espacio. Sepamos aprovecharlo, todos, de lo contrario dejará de ser un lugar visitado. Si es pura agresión ¿Cuál sería el sentido? Sentido tendrá si aprendemos todos. Esa es la idea. Sinceramente, luego de 5 años de compartir un lugar, nosotros escribiendo Uds. informándose, sería bueno que festejemos de este modo : participar más con más responsabilidad.
Nos propusimos ser un diario que llegue y le sirva a todos los sectores sociales, nunca quisimos ser el medio de un ghetto, apuntamos desde el comienzo a construir un sitio para todos los ciudadanos, desde el más humilde al más encumbrado, desde el que piensa igual que nosotros hasta el que está en las antípodas, desde el empresario hasta el trabajador, la idea es que las preocupaciones de todos, estén reflejadas aquí. El único límite es la democracia, nadie que quiera atentar contra ella encontrará en nosotros a un aliado. Nos negamos al pensamiento único, monocolor, creemos en la pluralidad, pero también sabemos que todo eso es posible en un clima de libertad, no de opresión.
También decíamos, hace 5 años, que era inconcebible que este fabuloso medio que es Internet nos transportara a los confines del mundo y nos enseñara lo que allí estaba pasando y la increíble paradoja de no poder enterarnos con la misma rapidez de lo que ocurría en comunidades cercanas como Chajarí, Federación, Colón, Uruguay, Villaguay, etc. Nuestro objetivo entonces, lo dijimos, era unir comunicacionalmente a la región de Salto Grande y a toda la costa del Uruguay. Hoy, podemos decir que toda esta vasta zona, puede conocer a través nuestro todo aquello que merece ser difundido. Los corresponsales de DIARIOJUNIO en esas ciudades aportan para ese objetivo.
En virtud de capciosos comentarios relacionados a nuestras pautas publicitarias, que tienden a confundir y crear un manto de sospecha entre nuestros lectores, queremos señalar algunas cuestiones. Primero, no ocultamos que vivimos de la publicidad, todos los medios viven de ella, es más, sería sospechoso si un medio careciera de avisos.
Segundo, la transparencia, en nuestra concepción, no está en no tener publicidad, sino en poder mostrar la que se tiene, no recibir sobres ocultos. Tercero, existe en DIARIOJUNIO una sana relación entre los ingresos por publicidad privada y estatal y, por último, lo más importante, la publicidad es solo eso. Nosotros vendemos un espacio para aparecer en nuestro medio y publicitar a través de un banner, servicios, negocios, etc. no nuestra conciencia. No hacemos publi-notas ni cobramos por información. Lo que está en el diario es lo que somos, ni más ni menos que eso.
Esto, nos ha permitido poner especial énfasis en lograr que nuestros lectores sean los primeros en enterarse de todo aquello que al poder económico y/o político le interesaba ocultar y que nosotros estábamos en condiciones de publicar. Existe en nuestro archivo una larga lista de notas, informes especiales e investigaciones que dan cuenta de esta afirmación. Nos seguimos negando a ser parte del discurso monocolor y único, tenemos una mirada crítica y no la ocultamos, la ponemos a consideración de nuestros lectores con la intención de provocar. No apostamos a una sociedad sumisa, al contrario, impulsamos el pensamiento, el debate y la crítica. Difícilmente nos encuentre haciendo demagogia y apoyando aquello que apoyan todos. Pensamos, a su vez, que existen causas que tienen demasiados defensores y que no necesitan de uno más, de nosotros por caso, de modo que salimos a ofrecer una mirada distinta, pero responsable, sostenida por información y datos incontrastables. Así somos y así queremos seguir siendo. Estamos seguros que Uds. nos prefieren por eso, las casi 30.000 visitas diarias así lo confirman.