El pasado miércoles, cerca de 1.000 uniformados cortaron las calles de la Ciudad de México bloqueando los principales accesos a la capital, en reclamo de reivindicaciones. Señalan que bajo el nuevo esquema, que transfiere agentes a la Guardia Nacional, no se respetaría ni la liquidación, ni la jerarquía ni la antigüedad de los efectivos de la Policía Federal.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reconoció el derecho a manifestarse por parte de la fuerza pero negó que vaya a haber despidos o reducciones salariales. El Gobierno mexicano considera que hay personas ajenas a la institución policial detrás de las movilizaciones, los “críticos sistemáticos del Gobierno” están aprovechando la situación, dijo el mandatario.
La creación de la Guardia Nacional
La Guardia Nacional fue puesta en funcionamiento en un intento por depurar las fuerzas de seguridad, así como para combatir la delincuencia y pacificar uno de los países más violentos de América Latina.
El domingo pasado el flamante cuerpo de seguridad entró en funciones con efectivos provenientes del Ejército, la Marina y la Policía Federal. La reacción de sectores de la Federal no se hizo esperar.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, sostuvo que quienes se solidarizan con la Policía Federal hoy, son aquellos que ayer no hicieron lo que les correspondía. La crítica parecía estar dirigida al expresidente Felipe Calderón, creador a su vez de la Policía Federal. Calderón, por su parte ha negado estar detrás de las protestas.
La Policía Federal fue creada en 2009 para combatir al crimen organizado pero también ha sido la encargada de llevar adelante la represión de los movimientos sociales durante las gestiones de Calderón y de Enrique Peña Nieto, y algunos de sus elementos fueron acusados de vínculos delictivos.
Otro cuestionamiento a la Guardia Nacional es que un sector de los uniformados provengan del Ejército. En relación a esto, Durazo explicó que la GN “requiere de elementos con un nivel alto de preparación que sólo tiene la disciplina militar". Recientemente el Ejecutivo mexicano ha dado muestras de cercanía con el Ejército, al que llama “pueblo uniformado”.
AMLO también advirtió sobre el alto nivel de exigencias que debía tener el ingreso a la GN para que el cambio tuviera sentido y no se vuelva a la situación anterior. También sugirió que una de las cosas que molesta del flamante cuerpo, eran esos requisitos de ingreso, “que están amparados por las leyes mexicanas y que deben ser respetados”.
Durazo adjudica a la protesta ciertos intereses relacionados con la corrupción, el cambio en la institución de seguridad les haría perder una caja de dinero de la que se han estado beneficiando, dio a entender el funcionario.
AMLO considera que la negociación está abierta y está dispuesto a continuar los diálogos con sectores de la fuerza disconformes. También está dando la posibilidad de que sean transferidos a otras fuerzas, si los efectivos cumplen con los requisitos de Ley y así lo desean.
Se calcula que 144 mil efectivos de la Guardia Nacional serán distribuidos por todo el territorio mexicano en los próximos 4 años, con especial énfasis en las zonas fronterizas