El trabajo realizado por los trabajadores de la seccional consistió en relevar los siguientes datos: cantidad de alumnos que concurren al establecimiento, cantidad de alumnos que asisten al comedor, presupuesto destinado, situación de revista del personal, proveedor y condiciones del comedor en relación al espacio físico.
“Con respecto al presupuesto, éste resulta para la mayoría de las escuelas escaso para hacer frente a las demandas. En la actualidad y desde hace mucho tiempo (cercano a los dos años), vienen percibiendo un monto de 2,50 pesos por chico para el almuerzo y de 1,90 pesos para la copa de leche”, explicaron.
“No resulta novedoso mencionar que los productos alimenticios vienen registrando continuos incrementos motivo por el cual estas partidas han quedado totalmente desactualizadas. La comunidad en su conjunto seguramente se puede imaginar que con estos valores no se puede lograr servir una adecuada merienda o un almuerzo. Si no fuera por el esfuerzo del personal y la ayuda que aportan los padrinos de las diferentes escuelas, servir un plato de comida nutritiva sería prácticamente imposible”, argumentaron.
“Se debe mencionar también que el menú oficial establece una determinada cantidad de calorías y raciones específicas pero ante la realidad actual, es muy complicado llevarlo a cabo. Faltan además nutricionistas en las escuelas quienes debieran tener a su cargo un plan alimenticio para la correcta nutrición de nuestros niños”, señalaron.
“Otro de los aspectos relevados tiene relación con la falta de personal, demanda que desde hace una década nuestra seccional viene planteando y causa también mucha preocupación ya que a la fecha no se ha solucionado. A ello se debe sumar la falta de elementos de trabajo y de vestimenta adecuada, deudas pendientes de este y los anteriores gobiernos entrerrianos”, indicaron.
“Los compañeros que desarrollan sus tareas en comedores, uno de los sectores más castigados salarialmente, no sólo intentan hacer magia con las magras partidas que reciben sino que deben continuar realizando sus labores sin garantías ya que se han detectado casos de precarización laboral, situación inconstitucional que genera incertidumbre y temor a ser despedido”.
“Los delegados determinaron que los espacios físicos continúan teniendo grandes falencias. Si bien se están construyendo comedores en varios establecimiento, hay escuelas en los que no se contemplaron y otros casos en que se continúa improvisando utilizando aulas como espacios para almorzar”, se señala en otro párrafo.
“En conclusión, el trabajo de campo permite determinar y asegurar las graves falencias que presentan los comedores de Concepción del Uruguay y el Departamento. Los niños que más lo necesitan son los directos perjudicados de una situación que debe ser solucionada a la brevedad y los compañeros trabajadores, deben poder cumplir con su función de acuerdo a las normativas vigentes que le aseguran la ropa de trabajo, los materiales, un salario digno y la estabilidad laboral que brinde la tranquilidad necesaria, todos aspectos que están siendo incumplidos”, dice por último.
