1. Declarar su más enérgico repudio a la carta escrita por Reynaldo Bignone, último presidente de facto de nuestro país, por medio de la cual exhorto a la juventud argentina a que “terminen lo que nosotros no pudimos”. Además de ello, el ex dictador se refirió al plan sistemático de apropiación de niños como “un invento”, por el que se encuentra procesado.
2. Expresar su más profunda preocupación por las constantes amenazas sufridas por militantes de Organismos de Derechos Humanos, Querellantes, Testigos, Fiscales y Jueces, impulsores de las causas por graves violaciones a los Derechos Humanos durante la última dictadura militar, reabiertas en el año 2003 a partir de la caída de las leyes de obediencia debida y punto final.
Fundamentos
Es nuestra intención expresar la profunda preocupación que sentimos ante las declaraciones del ex dictador Reynaldo Bignone por medio de una carta de su autoría publicada en un sitio web.
Las expresiones del ex dictador se enmarcan en un momento de especial sensibilidad ante graves e innumerables hechos de violencia que vienen suscitándose de un tiempo a esta parte. Bignone ratificó ser el autor de la misiva.
En la misma textualmente dijo:
“¿A quién se le ocurre arremeter contra molinos de viento?
Lo primero que surge para contestar semejante pregunta, es pensar en algún descerebrado.
Sin embargo, Don Miguel de Cervantes Saavedra hizo que dos personas, un flaco, alto sobre un caballo y un petiso, gordo sobre un asno, armados apenas con lanzas, no solamente lo hicieran, sino que además vencieran, ya que ellos perduran en la historia literaria mundial y de los molinos de viento nadie se acuerda y sólo muy pocos saben lo que son.
Podríamos decir que así nacen «los Quijotes y las quijotadas» y también se reproducen en modernas embestidas contra «molinos de viento».
Sin necesidad de mirar demasiado lejos, podemos referirnos a un caso reciente.
Hay algunas diferencias, ya que ellos no son ni altos ni petisos, ni flacos, ni gordos, no van a caballo ni en mula: Son JOVENES, (así, con mayúsculas). Además no arremeten contra molinos de viento, sino contra personas de»carne y hueso» que, cargados de odio, deformaron la moderna historia argentina. Y ellos, que no la vivieron, pretenden ponerla en su lugar. ¿Qué es esto sino una heroica quijotada?.
¿Cuanto más cómodos y tranquilos estarían sino se hubieran embarcado en esto?
Es mucho lo que arriesgan en épocas difíciles y ellos lo saben. Sin embargo, armados de la verdad y los principios, sin lanzas como los personajes de Cervantes, pero con dedicación, trabajo, organización, la palabra oral y escrita, siguen adelante, seguros del triunfo final, ya que la verdad se puede deformar u ocultar por un tiempo, pero al cabo, aparece en toda su magnitud.
De los personajes cervantinos también surgió aquello de «ladran Sancho, es señal que cabalgamos». Estos modernos Quijotes, un 24 de mayo, vísperas del día de la Patria sintieron «ladrar». Se miraron asombrados y pensaron…»estamos cabalgando». Y es cierto. ¿Quién puede negar que «están cabalgando». Y ¡como!.
Qué difícil nos resulta a los que ya no somos y nos quedan pocas fuerzas decirles a estos chicos: ¡ sigan adelante!. Terminen lo que nosotros no supimos ni pudimos terminar.
Un millón de gracias.
Con todo cariño: Reynaldo Bignone.”
Es necesario dejar en claro que no intentamos por medio de esta iniciativa coartar libertades constitucionalmente amparadas como la libertad de expresión de cualquier argentino que desee manifestarse. Aquí el eje es otro. Estamos ante declaraciones tendenciosas que intentan dividir la sociedad en el marco de esta coyuntura, signada por el avance de las causas penales por delitos de lesa humanidad a partir de la caída de las leyes de impunidad, garantizada durante casi 30 años. Es aquí donde esta Cámara debe tener una manifestación contundente de rechazo a expresiones que podría incluso, configurar conductas tipificadas penalmente, como la instigación pública a cometer delitos.
Han sido estas expresiones, claramente, un intento de reivindicación del Terrorismo de Estado del que fuéramos víctimas durante los años 1976/1983, y que esta H.C.D.N. ha tenido oportunidad de repudiar en días pasados.
La unidad de nuestro pueblo no podrá nunca lograrse sin la exaltación de los principios de verdad y justicia, que debemos amparar de manera incondicional y así condenar los expresiones y actitudes de quienes intentan generar un clima de odio y rencor, intentando condicionar también a aquellos que han sabido asumir en nombre del Estado la responsabilidad en aquellos años oscuros.
Resulta relevante no quedarnos callados ante este intento de ciertos sectores o grupos que intentan entorpecer un proceso actual de reivindicación de los Derechos Humanos.
Han sido innumerables los intentos de intimidación sufridos por integrantes Organismos de Derechos Humanos, especialmente desde la finalización de los juicios con sentencia condenatoria a los represores Julio Simón alias “Turco Julián”, y Miguel Etchecolatz. Es claro el intento de obstaculización al desarrollo de estos procesos, tendiente a infundir temor en testigos y querellantes. La gravedad de ello radica en que al día de hoy existen a lo largo de todo el país cientos de causas en etapa de investigación, que a partir del año siguiente llegarán a juicio oral, y en donde los testimonios de los sobrevivientes se hace indispensable por su alto valor probatorio.
Por todo lo expuesto, y ante la imperiosa necesidad de que esta Cámara se manifieste de manera contundente, es que solicito a mis pares me acompañen en la firma del presente proyecto de resolución.
