En la puerta del organismo ubicado en la zona céntrica, un guardia de seguridad privada atiende y explica que no puede recibir ninguna documentación. “Ya hay 540 reclamos”, les explica a quienes preguntan por alguien que les de una explicación. Son las 10 de la mañana del viernes y ya no hay ningún funcionario que pueda atender a los reclamantes.
Antonelli aseguró que vino “un montón de veces a reclamar”. A la sede de Pellegrini concurrió cinco veces y a la Comisaría Tercera fue en otras cinco oportunidades. “Las veces que he venido siempre me atendían por el ventiluz. Es muy desprolijo hasta el momento el accionar de Cafesg”, indicó. La única explicación que recibe es que siga esperando que va a recibir una respuesta por escrito.
El vecino recuerda que tuvo que sacar los muebles que estaban en el agua. Vive con sus padres, dos personas mayores, y debió encargarse en soledad del acarreo de los muebles. El agua alcanzó una ampliación que hizo en el fondo. “Me hizo saltar todas las pastinas por la humedad”, indicó. La casa es grande y a algunas de las habitaciones el agua no ingresó. También se le inundó la cámara cloacal ubicada en el patio pero debido a que tiene dos baños pudo permanecer en su hogar. “Yo no soy un inundado por debajo de la cota 14. Mi casa está en el límite adonde llegó el agua; estoy sobre la cota 15”, resaltó.
El dinero lo necesita para solventar los gastos que le insumió la restauración de su casa. “Las reparaciones que hice, el arreglo de pintura en esa ampliación ya la hice. Ni bien bajó ya me puse en campaña para dejar todo en condiciones”, dijo Antonelli. Además, los muebles se le estropearon por acarrearlos en un acoplado.
Las marcas del agua no superan la altura del zócalo pero son visibles, aseguró. “Pero cuando me censaron, la censista ni siquiera quiso entrar a mi casa y no tuvo en cuenta que si bien hay una parte alta de la casa, también hay una ampliación bajo techo que están en el patio. No pudo verificar y puso únicamente como que había ingresado en el patio. Por ese motivo creo que me excluyeron”, explicó.
“El gobernador dijo que se iba a hacer cargo y creo que mi reclamo es justo”, indicó. Antonelli se siente disgustado porque: “hay vecinos a los que ni siquiera les entró en la casa y creo que algunos de ellos, por comentarios que he sentido, les han pagado”.
Hasta fines de diciembre, CAFESG dispuso el pago de $ 7.312.000 consistente en entregas individuales de $ 4.000 pesos a 1.322 familias de Concordia, 17 de Federación, 140 de Colón, 41 de San José, y 308 de Concepción del Uruguay. No obstante, los reclamos no cesan.
Otro caso es el de Claudio Carrera, quien esta mañana fue a reclamar por el caso de su madre, una mujer de 72 años jubilada, quien tiene una casa en Catamarca 478, barrio Vélez Sarfield. La vivienda fue usurpada hace cuatro años por un ciudadano chileno de apellido Villegas. La madre de Carrera concurrió a la Cafesg cuando se enteró de la entrega del subsidio. “Trajo todos los papeles, ella tiene todos los impuestos al día, se le hizo una nota a la directora de la Cafesg, se le presentó toda la documentación de que ella hasta el día de hoy paga los impuestos”, sostuvo el hijo.
Debido a que no fue incluida en el listado que se abonó íntegramente en diciembre, su hijo fue a verificar y se encontró con el nombre del ocupante de la vivienda. “Y a ella que vino y dijo que la casa estaba usurpada y que presentó todos los papeles en regla no le dieron nada”, dijo Carrera.
El hijo desconoce la forma en que se evalúa cada caso en particular. “Lo que me da bronca es que si vos estás haciendo todo en regla y hay una persona que te está usurpando la casa, ella tiene que alquilar porque ni siquiera puede volver a la casa, hiciste una denuncia y estás haciendo todo por derecha, ellos se ve que no tomaron en consideración”, indicó. Según explicó la casa se encuentra en un estado de deterioro evidente. “No le ha puesto un peso este tipo y seguramente no le va a poner nada”, indicó.
Carrera aseguró que su madre concurrió una decena de veces a la Cafesg. “Nadie te da respuesta, te atiende una persona de seguridad de la Cafesg. Ningún administrativo da la cara y te explica porqué. Uno pierde el tiempo, se hace mala sangre”, dijo. “El dinero lo necesitan para reparar la casa y para que esta persona pueda irse y ella pueda volver a vivir en la casa que con tanto sacrificio, trabajando 30 años en la administración pública le corresponde”, dijo.
En la sede central de Cafesg, esta mañana, cerca de las 11:30, el personal de seguridad explica que los coordinadores, Graciela Minondo y una mujer de apellido De Souza, que están a cargo del tema, ya se retiraron y hasta la semana que viene no hay nadie que pueda explicar a la prensa cuantos reclamos se hicieron en los últimos días y si se van a poder atender o no. “El lunes temprano llamá por teléfono”, indica el guardia.