Los coordinadores de la revisión, Luciano Rey y Abelardo Llosa, explicaron que luego de dieciséis talleres se definieron siete ejes estratégicos: fortalecimiento de la ciudadanía y la equidad social; ciudad de la educación; desarrollo industrial y tecnológico sustentable y encadenado; potenciación del turismo y la identidad cultural; desarrollo urbano sustentable, inclusivo y de calidad; fortalecimiento de la gestión ambiental municipal; y modernización del Estado local.
Las conclusiones del modelo territorial deseado fueron:
La ciudad de la producción: uno de los focos se localiza en el Parque Industrial, nueva área de logística intermodal y nueva área de radicación de industrias de gran escala. El otro foco radica en el puerto considerando su reactivación en primera instancia como puerto de containers, consigna La Calle.
La ciudad de la educación: posicionar a la ciudad como polo universitario requiere de su clara visualización en el territorio. En base al proyecto de campus de la Universidad de Concepción del Uruguay y al proyecto de intercampus en el viejo hospital, y la urbanización con viviendas en el predio del ferrocarril, se configura un sector que debería desarrollarse en base a la educación y los servicios complementarios.
La ciudad del turismo: se planteó la necesidad de desestacionalizar el turismo a través de nuevos proyectos, para lo cual se propone revitalizar antiguos edificios para nuevos usos; restaurar el sector más antiguo del puerto para turismo y recreación; potenciar el predio de la estación de trenes; rescatar las vías desde la estación hasta el puerto para generar un corredor verde aeróbico que conecte ambos lugares; reconstruir el puente entre el puerto y la toma de agua para conectar el puerto con Banco Pelay; transformar al tránsito pesado en vinculación entre el puerto y las termas, con la mejora integral del Bulevar Yrigoyen como conexión entre la Ruta 14 y el puerto..
Zonas estratégicas
Nuevas áreas naturales protegidas: en coincidencia con los valles de inundación de los arroyos De la China y El Curro, conservándolos como ecosistemas que equilibren los efectos negativos de la actividad productiva y urbana. También implicaría la prohibición de urbanización y más responsabilidad con efluentes industriales.
Nuevas áreas de uso hortícula: cinturón productivo alrededor del área urbana. Son zonas productivas rurales, no urbanizables, con posibilidad de fraccionamiento.
La ciudad compacta a promover: se debería contener el crecimiento de la ciudad en los próximos 15 años, a través de esta área de transición entre la ciudad consolidada y el área hortícola. Es un sector con tierra disponible, sin amenazas naturales y en proceso de completamiento.
La ciudad compacta a consolidar: deberá ser prioridad el completamiento de lotes vacantes en el área con más subdivisión de la ciudad, apuntando al eficiente aprovechamiento del suelo y sus servicios.
La ciudad histórica a poner en valor: se trata del Distrito de Preservación Histórica, definido por el Código de Ordenamiento Urbano. Allí se concentran la oferta cultural, comercial y de servicios de escala urbana y regional. Se debe tender no sólo a la restauración y reparación de edificios históricos, sino también avanzar en accesibilidad, calidad ambiental y potenciación frente a otras ciudades vecinas.
