En quince días empezaría a trabajar la Fiscalía de Violencia de Género de Concordia. La ciudad de Paraná ya cuenta con una creada en 2014.
Para Concordia, García señaló que ‘la idea es establecer una unidad móvil flexible que atienda los casos y que arme luces de alerta y trate de coordinar con los otros sectores cómo va la función preventiva y cuándo se va a la exclusión inmediata del hogar, a la prevención de que no se produzcan golpes, a atacar a la persona que es víctima y sobre todo, propiciar los tratamientos para que no se produzca este fenómeno que es tan traumático para la gente que está vinculada a esta problemática, tiene que tener todo un tratamiento, un seguimiento psicológico, un seguimiento de apoyo y eso obviamente no puede darlo un funcionamiento estanco del Poder Judicial, tiene que darlo una red de contención’.
En Relación a ello, García indicó que ‘nosotros hemos sido muy cautelosos con el tema fiscalías especializadas porque, lo innato hasta hoy en el Poder Judicial ha sido siempre, tomando como prototipo la figura del juez y la figura del juez o los Juzgados de Instrucción como idea investigativa tienen una impronta que tiene que ver con la independencia y la autonomía. El juez es un ser que tiene que ser autónomo, no recibir órdenes de nadie, pero es muy difícil que con esa impronta organizativa de los Juzgados se puedan establecer formas asociativas, formas de red’.
Por ello, ‘queríamos evitar que se produjeran estas Unidades Fiscales que están trabajando con el mínimo funcionamiento de fiscales auxiliares, fiscales titulares, personal. Si nosotros dividimos eso, se producen estos baches estancos, entonces teníamos que hacer funcionar a todos con conciencia de que hay que trabajar en red’, dijo García. La idea es además trabajar conjuntamente con todos los sectores provinciales que están vinculados al tema para que intervengan y así buscar una solución.
Seguidamente dijo que esto se modifica cuando cambia el sistema de enjuiciamiento, ‘el juez se sincera en su rol y parcial nada más que de juzgamiento o de garantía y quienes investigan son los fiscales’. Entonces ‘las fiscalías ahí aparecen en su verdadera dimensión en el sentido de una dimensión de flexibilidad, de unidad, de dirección, de criterios político-criminales de actuación, pero sobre todo de no establecer compartimientos estancos’.
El objetivo es evitar la ‘crónica de una muerte anunciada’, ‘no interesa si actúa un fiscal u otro, las ONG, la municipalidad, los centros barriales, las oficinas dependientes de la provincia, alguien tiene que enlazar todo eso para evitar que llegue de un marido golpeador o una pareja golpeadora a una víctima fatal’.
En otra línea García manifestó que ‘cuando actúa el derecho penal genuino es tarde, lo que tenemos que tratar de hacer es prevención.’
Por último, García se refirió a la Unidad ya existente en la ciudad de Paraná: ‘Fue creada con una resolución interna nuestra, con mucha flexibilidad y con la idea de rotación de las personas para evitar esto de que una persona se cristalice en un rol y pierda la dimensión de los otros problemas que tenemos en las unidades fiscales’.