En una nota dirigida al presidente del banco, Enrique Eskenasi, De Angeli y Calgaro indicaron que en muchos casos se han registrado cambios importantes en los costos de los servicios acordados, como también la aparición de ítems que no fueron contratados.
Por otro lado, destacaron que los productores que quieren abrir una caja de ahorro no pueden hacerlo y son obligados a abrir una cuenta corriente, con los consiguientes gastos de seguros personales, de propiedad y también de tarjeta de crédito, etc. a pesar de no haberla solicitado.
Como ejemplo de esto, se citó el caso de la emergencia citrícola, donde ante una política activa del Gobierno Provincial de canalizar ayudas a través del CFI, la obligatoriedad del Banco de realizarla a través de una cuenta corriente y no de una caja de ahorro, “hace que no represente un paliativo para el productor”.