TEXTUAL
También el 1º de julio de este año, ante la asamblea legislativa, hacía un análisis de gestión a seis meses de asumir y decía frases como esta: “que su teléfono, su despacho y sus funcionarios estaban a disposición de los productores y cualquiera que quiera hablar con el gobernador”. Nada de eso pasó, pedí entrevista por carta, llamadas telefónicas, hable con su secretario. En una oportunidad, en un acto en Puerto Yeruá, le pedí personalmente una entrevista y la respuesta fue “en cualquier momento nos juntamos, anotalo Loro” refiriéndose a su secretario, todavía sigo esperando.
Esas son las cosas que nos tienen preocupados a un sector de pequeños productores, con muchos años encima, casi al final de nuestras vidas con una deuda en el Banco Nación que siempre quisimos pagar, pero que no tuvimos respuestas de ningún gobierno del ’90 para acá. Tampoco el Banco hace ningún esfuerzo para que nosotros podamos pagar, por que nos castigó y nos sigue castigando a aquellos que nos revelamos a pagar la fiesta de la usura y del neoliberalismo de los años ‘90
Entonces Sr. Gobernador, como ya le dije antes, con unos cuantos años encima pero con muchas ganas de trabajar, queremos pagar nuestras deudas, simplemente lo que esperamos de Ud., por que así lo prometió, es que haga una gestión en el Banco Nación y que nos permita pagar la deuda como siempre les propusimos pagarla, con PRODUCCIÓN y no vendiendo nuestras tierras como lo exige desde siempre el Banco, “venda Román, pague su deuda y duerma tranquilo”. Si hubiera hecho caso a los consejos de los gerentes estaría durmiendo tranquilo, pero en la calle.
O será que están esperando que nos vayamos muriendo, como esos tres productores compañeros de lucha, que este año perdieron la vida, dejando a sus familias en una incertidumbre, no sabiendo que hacer y como resolver sus deudas.
Por eso Sr. Gobernador, le deseo un buen año, una buena gestión, pero no se olvide de nosotros los productores chicos, que amamos nuestra tierra, como la amaron nuestros padres y como pretendemos que la amen nuestros hijos.
Me despido hasta cualquier momento, si a UD le interesa hablar con nosotros sabe donde ubicarnos.
Atentamente
Luis Miguel Román