El magistrado consideró que existen pruebas suficientes para procesar a Milani por el delito de encubrimiento en concurso ideal con falsedad ideológica. Además, Poviña le trabó al ex mando militar durante el gobierno de Cristina Kirchner un embargo por $ 200.000 y le prohibió la salida del país a los efectos de garantizar la prosecución de la acción penal en su contra.
Esta es la segunda mala noticia que recibe Milani desde la Justicia en las últimas horas, ya que la fiscal federal Virginia De Miguel Carmona, que impulsa la causa por violaciones a los derechos humanos por la que el ex jefe del Ejército quedó detenido en La Rioja hace dos semanas, le sumó la imputación del delito de asociación ilícita.
En la sentencia dada a conocer hoy, que consta de 90 páginas, el juez Poviña rechazó el planteo que había presentado la defensa de Milani el pasado 15 de febrero, cuando éste se presentó a declarar en Tucumán, en el que soliledo milanuicitaba la incorporación de pruebas y la citación de nuevos testigos en la causa.
En su defensa, Milani aseguró que nunca conoció personalmente a Ledo, dijo que son falsos los relatos de los testigos que lo implicaron en la causa y negó haber firmado un acta en la que se hizo figurar al soldado riojano como desertor con la presunta intención de encubrir su secuestro y posterior asesinato. Además, al declarar ante el juez, el ex jefe del Ejército había afirmado que cuando ocurrió el hecho, en 1976, no formaba parte del área de Inteligencia del Ejército, debido a que era subteniente y ese rango era inferior al requerido para esas funciones.
En su fallo, el juez Poviña advirtió que "el imputado como funcionario público, no obstante encontrarse obligado a denunciar por ley, omitió promover la persecución y represión de los delitos de acción pública cometidos en perjuicio de Ledo; y respecto de los cuales tuvo conocimiento en oportunidad del ejercicio de sus funciones".
El soldado Ledo, quien era estudiante de Historia y militaba en la juventud de la agrupación Montoneros, desapareció el 17 de junio de 1976, cuando tenía 20 años y cumplía el servicio militar junto al Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja, que estaba desplegado en Tucumán. La última vez que lo vieron, Ledo había salido a realizar una recorrida en la localidad de Monteros junto con el entonces capitán Esteban Sanguinetti, quien fue procesado como presunto autor del secuestro y crimen del soldado. Milani fue el encargado de realizar y firmar un acta en la que se hizo constar la supuesta deserción de Ledo, cuando en realidad, según el fiscal de la causa, Carlos Brito, se trató de una desaparición forzada seguida de asesinato.