Echeverría dijo que: “esto no resuelve el conflicto, por lo tanto, no sé para dónde puede disparar todo esto. Siguen los mismos efectos de la Resolución (125) en todo sentido: la gente no tiene rentabilidad, no puede meterse un peso en el bolsillo, no hay ninguna expectativa. Ya el reflejo está en que hay cerca de un millón de hectáreas menos sembradas de trigo, se están liquidando drásticamente los vientres, se hizo un acuerdo lechero comprado y repudiado por la dirigencia agropecuaria”.
En el mismo sentido se pronunció el dirigente Alfredo Bel, quien afirmó que a pesar de los retoques que el proyecto tuvo para conseguir la media sanción, “no tenemos la solución. Se mantiene el mismo esquema, y así no hay rentabilidad para el pequeño y mediano productor. Así, se los lleva al riesgo de desaparecer”.
En tanto que González Maldonado dijo: “los senadores tienen que darse cuenta que este proyecto no sirve y deben saber que cuando vuelvan a sus provincias es muy posible que no puedan caminar tranquilos por la calle, ya que la sociedad está al tanto de todo lo que está ocurriendo”, señaló.
El dirigente opinó que “sabíamos que era muy posible que se aprobara porque tenían mayoría en la Cámara”, pero aclaró que “el trabajo que las entidades agrarias realizamos en el Congreso de la Nación rindieron sus frutos porque se perdió por pocos votos”. Y agregó: “Ahora la lucha seguirá en el Senado la próxima semana. Intentaremos concienciar a los legisladores para que se pueda introducir alguna modificación al proyecto aprobado, lo cual supondría que la iniciativa vuelva a Diputados”.
A su vez, Julián Girard, representante de los Productores Autoconvocados, cuestionó el hecho de que con la sanción que tuvo el proyecto oficial en Diputados, «se confirmó que el Congreso de la Nación es una escribanía del Poder Ejecutivo”. Y anticipó que “lo que se aprobó hoy va a generar mucho daño en el país y va a terminar de hundir al sector agropecuario”.
Etchevehere añadió que «obtuvimos un gran respaldo, y el tema se instaló en toda la sociedad. Aunque no estamos conformes con lo que se votó finalmente, porque no soluciona nada». Al abundar en sus apreciaciones, sostuvo que «no soluciona nada, porque esta ley así aprobada tiene vigencia hasta el 31 de octubre, cuando los productores a los que teóricamente beneficiaría, ya habrán vendido la cosecha». Además, apuntó, «todas estas compensaciones vencen el 31 de octubre, justo cuando se empieza sembrar, por lo cual los productores van a volver a estar en un clima de incertidumbre». Por eso, habló de «incongruencias» en el proyecto oficial, por cuanto «justo va a dejar de tener vigencia este esquema de retenciones y compensaciones cuando se empieza a sembrar soja para la campaña 2008-2009, y eso trae incertidumbre, porque no se va a saber qué retenciones se van a aplicar». En cuanto al debate en el Senado del proyecto, confió en que la Cámara Alta no dé aprobación al texto. «Necesitamos que el Senado revierta esto. Los senadores tienen que tomar nota de lo que se ha visto en este debate», señaló.