Presupuesto 2005: El Ejecutivo renuncia a redistribuir las riquezas e implementar una política fiscal progresista

“Lo que se está naturalizando en el Presupuesto 2005 es la delegación de facultades que son propias de la Legislatura, porque hay varios artículos del proyecto de ley de presupuesto que no respetan lo que es la división de poderes y de las facultades” dijo Schunk.

Redistribución de Ingresos

Otra cosa que llama poderosamente la atención del presupuesto es que en el mensaje establece claramente que no se va a utilizar la política fiscal para producir una redistribución o mejora de los ingresos, tanto de los empleados públicos como de los jubilados y pensionados.
Lo que está planteado es que no va a haber una mejora, sino que se va a mantener el poder adquisitivo actual, mientras que el gasto de personal entrerriano es uno de los más bajos de la historia y de la Argentina, al punto que una gran cantidad de trabajadores están por debajo de la línea de pobreza.
La pregunta que se hace Schunk es si ¿hay financiamiento para esa mejora? Para él existe, pero aún resulta necesario hacer un par de modificaciones para garantizar la continuidad y aumento de los recursos. Concretamente, lo que el consultor de la CTA sostiene es que hay que hacer una modificación del Código Fiscal y de la Ley Impositiva, porque si se aprovechara la muy buena situación que está atravesando el sector agropecuario en la provincia –sobre todo el de las grandes exportaciones agropecuarias y no del micro, pequeño y mediano productor– se podrían actualizar los avalúos, llevándolos al 80 por ciento del valor venal, y entonces se tendría una mayor recaudación del Impuesto Inmobiliario Rural.

Quien más tiene, menos paga

Podemos agregar por nuestra parte que hoy se pagan 67 centavos por hectárea por mes, mientras que las grandes extensiones, especialmente las sociedades anónimas, pagan 41 centavos por esa misma extensión y en ese mismo período. Es decir, quien más tiene, menos paga tanto en relación con la riqueza como en comparación nominal.
Tras indicar que hoy los grandes pooles que generan para sí astronómicas riquezas en el suelo entrerriano no dejan un solo peso a la provincia. El economista sugirió que además el Estado entrerriano podría optimizar su recaudación incorporando el Impuesto a los Ingresos Brutos para los aludidos contratistas y pooles de siembras.
Con estas dos modificaciones podrían existir recursos como para estar planteándose, junto a la mayor recaudación que llega de los recursos federales (alrededor de 350 millones de pesos en los primeros nueve meses del año), hacer una mejora de modo de que no haya salarios por debajo de la línea de pobreza, reflexionó Schunk horas antes de partir rumbo a Río de Janeiro, donde expuso en un simposio internacional sobre agricultura.

Delegación de facultades legislativas

Leyendo el texto del proyecto de presupuesto saltan a los ojos algunos verbos que pueden estar dando argumento a los sectores que afirman la delegación de facultades legislativas al gobernador. Por ejemplo, el artículo 16º señala: “Facúltase al Poder Ejecutivo provincial a ampliar el Presupuesto General de Gastos, Cálculos de Recursos o Fuentes Financieras que conforman esta ley, con los mayores ingresos de recursos no afectados estimados por la presente, debiendo destinarse los mismos primordialmente a atender compromisos de la deuda consolidada y flotante de ejercicios anteriores, situaciones de emergencia social, erogaciones para servicios de seguridad, educación, salud, desarrollo vial y para las adecuaciones presupuestarias que resulten necesarias en la partida Personal. El Poder Ejecutivo deberá comunicar a esta Legislatura toda ampliación que realice conforme a este artículo”.
Es muy clara la redacción, y muy amplias la posibilidades que se arroga el Ejecutivo a hacer con el dinero extra que pudiera ingresar a las arcas provinciales. Tanto que, en una palabra, puede hacer lo que quiera de lo que son sus obligaciones en el manejo del Estado, tanto como pagar las deudas comprometidas. Bien, lo que no queda especificado son las prioridades. Hay dos pesos de más, qué se hace: ¿un peso para pagarles a los bancos y otro para caminos? ¿dos pesos para los bancos? ¿uno para salud y otro para la Policía? La respuesta, que la Constitución deja reservada a los legisladores, la dará el gobernador Jorge Busti, tras lo cual debe comunicar a los diputados y senadores cuál fue su decisión.

Aumento de salarios

No deja de ser llamativo que en el artículo aludido se deja abierta la posibilidad de que ese dinero se utilice para las adecuaciones presupuestarias que resulten necesarias en la partida Personal. Este texto, que podría ser el refugio de la esperanza de miles de trabajadores que pueblan los porcentajes de argentinos que se encuentran bajo la línea de la pobreza, hay que contraponerlo con lo que se expresa en el mensaje que el gobernador adjunta al proyecto propiamente dicho. Dice el mandatario: “En materia de costo de personal, las proyecciones incluidas contemplan políticas de gobierno de elevar los haberes de bolsillo a los efectos de mantener el poder adquisitivo de salarios y las variaciones que deben considerarse en virtud del crecimiento producido por la antigüedad del empleado público”.
Una vez más, el texto muestra una notable claridad al momento de fijar objetivos: mantener el estado de cosas y prever sólo el aumento en los gastos derivado del correspondiente a antigüedad.

Un trabajador nacional cobra el triple que un entrerriano

Ya se sabe que el poder adquisitivo de los trabajadores entrerrianos se encuentra entre los más bajos en el concierto de provincias y en la historia misma.
Recientemente, la delegación Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) dio a conocer un documento que tituló: “Entre Ríos genera riqueza, ¡distribúyanla!”, donde se compara lo que dispone el Estado nacional para el pago de asignaciones familiares y lo que, por el mismo concepto, recibe un trabajador entrerriano.
En la mayoría de los casos el trabajador nacional cobra el doble que el de esta provincia (por algunos conceptos hasta el triple), lo que lleva a preguntarse al gremio docente: “¿Por qué tenemos que soportar un salario por debajo de la línea de pobreza? ¿Tiene que ser un castigo trabajar en Entre Ríos? ¿El hijo de un trabajador entrerriano necesita menos para estudiar, alimentarse, vestirse, curarse?”.

Aumento de los recursos provenientes de la Nación

Para desalentar alguna explicación tendiente a justificar la parálisis que sufrió el poder adquisitivo de los trabajadores, es recomendable observar los números que el Ministerio de Economía de la Nación da a conocer en su sitio oficial: www.mecon.gov.ar. Allí se incluye una grilla con datos comparativos sobre lo que recibió la provincia de Entre Ríos entre los meses de enero y septiembre de 2003 y 2004, tanto por ingresos federales como por coparticipación. En el primero de ellos se observa que esta provincia recibió en 2003 la cantidad de 642.069.100 pesos, mientras que por ese mismo concepto y en el mismo período de este año (enero/septiembre) ingresaron 995.308.290, lo que implica una diferencia de 353.239.100 de pesos más en este año de gestión justicialista. En otras palabras, Busti contó con el 55,02 por ciento más de dinero que su antecesor en concepto de “ingresos federales”.
La planilla revela que en coparticipación, y por esos nueve meses que abarca el período, en el correspondiente a 2003, la provincia recibió 436.244.000, y un año más tarde en ese lapso tomado las arcas se vieron nutridas con el arribo de 728.481.200 pesos, lo que equivale a un 66,99 por ciento más. En cifras, eso indica que la actual gestión recibió 292.237.200 pesos más que el año anterior.

“En Entre Ríos se está pagando en tiempo, pero no en forma”

Pasando en limpio los números, desde algunos sectores de la oposición consultados por El Cronista Digital, se hizo notar que la actual gestión ya tiene asegurados cuatro meses de sueldos, jubilaciones y pensiones para pagar, con lo que ingresó en los primeros nueve meses del año. “Todo parece indicar que la idea es hacer la plancha hasta el año que viene, que hay elecciones”, indicó uno de los consultados.
Con esas cifras, las posibilidades de conflictos similares a los vividos durante la gestión de gobierno anterior son nulas. Los sueldos se van a pagar, pero desde los gremios –como sintetiza Agmer Paraná– no se conforman con eso y advierten que hay que distribuir mejor la riqueza. “En Entre Ríos se está pagando en tiempo, pero no en forma”, resume el documento que los docentes analizaron en una de las jornadas de protesta.

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