Presentaron un libro referido a la lucha de los sindicatos docentes en América Latina

El primer capítulo del libro se hace un análisis latinoamericano de las tendencias del sindicalismo docente en las últimas décadas. “Cuando uno mira la situación de Argentina, Chile, Perú, de los diferentes países en las últimas décadas uno ve que en le marco de un movimiento sindical que muchas veces ha sido muy debilitado, el sindicalismo docente aparece con una gran vitalidad”, sostuvo.
En los capítulos siguientes, se aborda la situación del sindicalismo en diversos países en los últimos 10 años. “Hay un capítulo sobre Perú que se centra en la intensa actividad anti-sindical de Alan García (presidente peruano) que ha enfrentado al sindicalismo docente; le ha sacado las licencias gremiales; lo ha atacado públicamente”, detalló.
Otro de las secciones del libro se detiene en Bolivia. “Se trabajó en la relación entre el gobierno de Evo Morales (presidente boliviano) y las dos confederaciones de maestros: una de maestros rurales y otra de maestros urbanos. Hay algunas cosas positivas con un gobierno de izquierda; es un gobierno que está empeñado en gobernar para los pobres pero también hay tensión porque hubo algunos problemas con los sindicatos”, señaló.
La obra también abarca el país trasandino. “En Chile, Jorge Insulza recupera el proceso de negociación de la evaluación docente que es muy controvertido. Los docentes deben ser evaluados pero ¿Quién los evalúa? ¿Cómo, para qué? Insulza trabaja en como fue negociada la evaluación docente entre el sindicato y el gobierno porque, a diferencia de otros países, la evaluación fue negociada”, dijo Gindín.
Los últimos tres capítulos fueron escritos por el licenciado rosarino. Uno de ellos analiza los que sucedió en Oaxaca, México, donde hubo en 2006 “una lucha que protagonizaron los docentes muy fuerte; que enfrentó al gobierno; dejó muchos muertos y exigió la renuncia del gobernador. El sindicato docente y las organizaciones sociales disputaron el control de la provincia con el gobierno”, señaló Gindín.
Los restantes examinan el sindicalismo en todo el país, y particularmente en Neuquén. “Ahora es tristemente conocida por el asesinato de Carlos Fuentealba el año pasado”, expresó.
Respecto del papel del sindicato docente en Argentina, que fue uno de los pocos que resistió a pie firme la avanzada neoliberal de los 90, Gindín indicó que hubo una clara disposición a enfrentarse con el neoliberalismo. Pero hay otros elementos independientes de la decisión del sindicato. “Por ejemplo, la reconversión productiva. En el neoliberalismo, las industrias han dejado en la calle a un montón de trabajadores y esto ha sido fatal para los sindicatos. Pero en el sindicato docente, las crisis no se expresan por el despido de gente. Se expresan por el pago en bonos, desvalorización salarial, congelamiento de bonificaciones”, indicó Gindín.
Además, mencionó que los gremios docentes tienen mucha vinculación con los movimientos estudiantiles y con las organizaciones sociales. “Como se extiende en toda la provincia y tiene un grado de vinculación social muy rico, es relativamente más fácil que construya alianzas sociales más amplias”, explicó.
Respecto de la coyuntura actual, teniendo en cuenta que la administración Kirchner ha manifestado su compromiso con la redistribución de la riqueza que es una de las banderas de la CTA (Central de Trabajadores Argentina) dentro de la cual se e encuentra Ctera (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina), Gindín señaló que “la situación en alguna medida es similar a la que se vive en Brasil, Uruguay o Nicaragua donde asumen gobiernos que toman muchos puntos con los cuales los sindicatos docentes acuerdan y garantizan algunas viejas luchas sindicales como las paritarias nacionales”.
No obstante, sostuvo que la situación se vuelve “mucho más compleja” porque “para lo que es necesario hacer en estos países, que son profundamente injustos, y son gobiernos que están desde hace muy poco y son esencialmente conservadores, genera montón de tensión hacia adentro de la organización sindical”. Es que antes se trataba de un bloque monolítico contra el gobierno. “Antes era Menem; el sindicato contra Menem”, indicó.
Ahora hay sectores a favor del gobierno nacional y los sectores que denuncian que ese acercamiento “está perjudicando la lucha por las demandas docentes”. Paradójicamente, Entre Ríos es una de las provincias donde la situación se manifiesta de manera clara. El 13 de julio, en Paraná, se reunieron representantes sindicales de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Santa Fe, Buenos Aires, y Entre Ríos. Ese día hubo voces unívocas en cuanto a cuestionar la gestión de Estela Maldonado al frente de la Ctera que “lleva adelante una política sindical de colaboración con el gobierno K”.
Por último, Gindín puntualizó que el libro será presentado el martes que viene en Rosario; el viernes en Neuquén capital y el lunes de la otra semana en Buenos Aires.

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