PREOCUPANTE : Desde Ceibas a Zarate puro humo y niebla

En efecto, a las 15,30 y sobre la ruta 14, el sol era abrazador, el cielo tenía la diafanidad del celeste puro y claro y se podía afirmar que el día era ¡espléndido! Unos pocos kilómetros más adelante, en el empalme con la Ruta 12 (doble vía) y cinco minutos después, ese día fantástico azul y soleado se transformaba en una plomiza geografía gris y espesa que cambiaba el ánimo.
Era como pasar de la alegría a la tristeza en cuestión de minutos y sin saber como.
La visibilidad se reducía de un modo exagerado, al comenzar a subir al puente Justo José de Urquiza, la bruma era tal que, pese a la imponente altura y al ancho y caudoloso río, casi no se podía divisar el Paraná Guazú. Recién al llegar al puente Bartolomé Mitre (sobre la provincia de Buenos Aires) la espesura comenzaba a amainar y, aunque tímidamente se podía divisar el río Paraná de las Palmas.
Como ayer, el atardecer y la nochecita dejó a la ciudad de Buenos Aires tapada de humo.

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