PREOCUPACION: se incrementa la venta y consumo de drogas en menores

El titular de Toxicología resaltó el trabajo en conjunto de la Policía entrerriana con otras fuerzas de seguridad que permitió, por ejemplo en Concordia, detener a dos jóvenes de entre 20 a 23 años vendiendo porros de marihuana a la salida de la escuela primaria Benito Garat, de Concordia. A los mismos se les secuestraron varios cigarrillos armados de marihuana, con el agravante del supuesto comercio con los alumnos.
El drama, también se vive en Paraná. “En al menos cinco establecimientos educativos tenemos información que punteros (vendederos de drogas), se acercan a comercializar cigarrillos a las salidas de los recreos o a la finalización de la jornada lectiva”, reseñó Pereyra para resaltar que “las quejas por este drama nos fue acercada por celadores o profesores que han advertido situaciones complejas”.
El dato proporcionado por las autoridades escolares permitió realizar distintos operativos e investigaciones “que si bien no arrojaron ningún resultado positivo, sirvió para efectuar acciones preventivas”.
Alertó que “los profesores comentaron que los alumnos podrían estar fumando dentro de las escuelas, no porque los vieran, sino por el olor característico a la droga”.
En cuanto a la ubicación de las escuelas, dijo “preservar los nombres por una cuestión lógica, pero las mismas están ubicadas en distintas zonas de Paraná, incluso el centro”.
En el relato de las autoridades escolares, se hizo saber a la Policía que a la salida de la escuela o bien en plazas cercanas se producía la entrega de los porros a los menores por parte de los revendedores.
“Los establecimientos educativos de nivel primario y secundario”, recalcó están siendo “controlados con bastante paciencia, ya que no es fácil localizar a los vendedores que toman todas los recaudos.

Bajo la lupa

Los establecimientos educativos que están siendo observados por las autoridades son los que se encuentran enclavados en San Agustín, Anacleto Medina, Mosconi, Lomas, Ramírez Norte, Bajada Grande, pero el drama también se traslada a escuelas céntricas y hasta de gestión privada.
Un grupo de cuida coches de una de las esquinas de la plaza Sáenz Peña dijo a este medio que “la falopa corre como agua en la zona, lo mismo que en esta plaza, donde los alumnos de las escuelas cercanas se pasan a sombrear y pitar los porros”.
Otro compañero, agregó que “los chicos se juntan a la siesta y se dan con todo, pero el problema mayor pasa a la noche y madrugada donde sí es escandaloso lo que se ve. Menos mal que ahora terminaron las clases y esto puede llegar a disminuir un poco”.
Pereyra reconoció que “de los distintos procedimientos efectuados, hemos localizados a menores muy chicos ya consumiendo drogas. Chicos que van desde los 12, 13 y 14 años que ingresan en el consumo de marihuana”.
También destacó que el drama se sitúa en la comercialización “donde aparecen adolescentes cada vez más pequeños vendiendo”.
Hoy un porro de marihuna cuesta en el mercado 2 pesos. El cigarrillo apenas es compuesto por un gramo de droga. En ese marco, se sabe que el kilogramos rinde alrededor de 2.000 cigarrillos.
Ante esto, el oficial de policía confesó que “el problema de la adicción en las personas es muy grave. Pero este drama lo vemos creciendo en forma notoria, por lo que cada vez que se realiza un allanamiento y se secuestra droga, se detienen algunos mayores, pero ahora la mecánica es encontrar en las mismas viviendas niños y adolescentes”.
El consumo de droga es habitual y está a la vuelta de la esquina. Respecto de “este problema cultural o folclore es importante saber que cuando se ingresa a este mundo no se sale”, recalcó el funcionario.
“Hoy es normal que se venda droga frente a la mirada de los hijos y el resto de la familia. Y si bien lo hacen como medio de vida, deberán tomar conciencia que es una actividad penada”, contó Pereyra.
Reconoció que desde que “se encuentra trabajando en Tóxico, casi no hemos encontrado a mayores comprando drogas, por el contrario es alarmante cómo son enviados chico o adolescentes a buscar los paquetes”.
Detalló que los menores atrapados in fraganti “son demorados o indentificados y luego se informa al Juzgado Federal que es el que avanza con la causa”. Recordó: “Por ejemplo hace poco tiempo se realizó un amplio procedimiento en una casa de la ciudad de Nogoyá. Se detuvo a un vendedor y mientras se hacían las actas, llegaron al menos 20 menores y jóvenes a comprar droga. Pasa eso tanto en una ciudad pequeña, como en una grande”.
Señaló que de los últimos cinco procedimientos en Paraná, se ubicaron en los domicilios niños de 9 y 10 años y adolescentes con drogas.
En lo que va de 2004 se secuestró alrededor de un kilogramo de cocaína en diferentes procedimientos, mientras que en la provincia se localizaron tres kilos en total. Se incautaron alrededor de 25 kilogramos marihuna a nivel provincial.
Explicó más adelante que las investigaciones son bastantes prolongadas “ya que la Justicia ordena que se persiga al que está en el negocio de la droga. Y a veces la gente denuncia a los consumidores que se reúnen a drogarse”.
“Los consumidores son enfermos, por lo que no debemos perseguirlos y sí concientizarlos de la existencia de tratamientos curativos”, reflexionó para estimar que a “algunos vecinos les resulta más fácil denunciar a los consumidores y no a los delincuentes que venden la droga. Deben saber que los ciudadanos pueden optar por denunciar a los vendedores delincuentes de drogas bajo la figura de la identidad reservada”.

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