“Estas viviendas fueron construidas hace unos 29 años y los que tenemos buena memoria recordamos que hubo problemas con la empresa constructora, y que las maderas que fueron utilizadas para las cabreadas no eran las mas adecuadas, ni siquiera las “curaron”, a lo que se le debe sumar que las tejas fueron colocadas muchísimo tiempo después. Con los años cada uno de nosotros fue advirtiendo como el cielo raso comenzó a tener problemas y en el exterior surgían las ondulaciones”, detallo una vecina.
El triste caso del matrimonio de jubilados
Mientras, guiados por los propietarios, nos adentrábamos al corazón del barrio avistamos la vivienda del matrimonio Martínez. El dueño, Domingo Martínez, abrió la puerta de su maltrecha casa y salio a nuestro encuentro para mostrarnos lo que había quedado de su vivienda sin el techo que fue retirado antes que se desplomara. “No conseguimos respuestas del IAPV, debimos endeudarnos con un crédito que nos otorgo la Caja Municipal de Jubilaciones y Pensiones y con el apoyo del municipio (que aporta la mano de obra) construiremos parcialmente una cabreada nueva”, comentó con los ojos llenos de lagrimas.
“Sólo una fatalidad movilizara a los funcionarios del gobierno”
“Los funcionarios del IAPV están ocupados en hacer política, no atienden los verdaderos problemas de la gente”, se quejo una abuela. Otro vecino estimó que solo una fatalidad movilizara a los funcionarios del gobierno, y que por lo general una vez concretado el acto de entrega de este tipo de viviendas se “desentienden” de lo que pueda ocurrir.
“Sabemos que esta administración, ni la anterior, tienen responsabilidad de lo ocurrido con este barrio, pero el Instituto Provincial de la Vivienda es el que debe atender este tipo de reclamos, y resolver lo antes posible porque estas son mayormente viviendas única, no son casas de fin de semana”, se quejo otro propietario.
El paso de los años que agudizo los problemas hace necesario buscar una solución integral de la problemática e inmediata para el conjunto de los habitantes del barrio, porque mas temprano que tarde la mayoría de estas casas terminaran como la del matrimonio Martínez.
