Dentro de las principales zonas trigueras, agrega el trabajo, los retrocesos de humedad más significativos se observan en los departamentos Paraná, Diamante, centro-norte de Nogoyá, y centro-norte de Tala. “Si bien en el mapa se está simulando una pradera permanente (verde todo el año) —aclara la Bolsa—, dada la actual etapa en la que se encuentra gran parte de los trigos, puede considerarse que el mapa es representativo. Los cultivares más atrasados pueden presentar una mejor situación de humedad. Es decir, el contexto general presenta matices de reservas entre regulares y adecuadas, sin exigencias urgentes, pero con necesidad de cubrir una demanda de agua en aumento”.
El informe estima que durante los próximos quince días “deberían darse precipitaciones del orden de los 30 milímetros sobre las zonas trigueras, como para perfilar la continuidad de lo que hasta ahora es una buena campaña. Claro está que a medida que recorremos la provincia hacia el norte, la demanda de agua es significativamente mayor”.
Para revertir la sequía del noroeste, y alcanzar un nivel de almacenajes adecuados, la demanda de lluvia “sube a un mínimo de 60 milímetros”, se considera en el trabajo, al tiempo que subraya que “no se están previendo eventos, que durante esta semana puedan satisfacer esta necesidad”.
El estado de reservas del noroeste entrerriano es una prolongación de la sequía que se ha afianzado sobre el norte de Córdoba y sobre la cuenca lechera santafesina, concluye el informe de la Bolsa de Cereales.
