“Fue una lucha de los vecinos del lugar que desde hace mucho tiempo, sobretodo después de que sacaron los lomos de burro que existían cuando se reasfaltó todo el sector que quedó tan bien que parece una pista de carrera, empezaron a gestionar la colocación de lomos de burro”, indicó el edil.
Los lomos de burro se instalaron a ambos lados de calle Los Viñedos. Según Santana, “son fáciles de pasar porque son como los de Eva Perón, tienen una pequeña cinta de asfalto antes de llegar para que sea más amortiguado el paso”.
“Una vez colocado empezaron las quejas de los automovilistas, pero prefiero que se rompan todos los autos antes de que mate a un chico, no hay punto de comparación”, señaló. Incluso, aseguró que debieron “pelear contra las voces en contra que se escuchaban en este mismo Concejo que decían que era un impedimento a la normal circulación, que se rompían autos y demás”.
Santana prefiere esta solución por sobre otras alternativas: semáforos, “no son solución porque un día alguien pasa en rojo apurado y choca un chico”; agentes de tránsito, “no son 100 % eficientes porque van están, se van y un chico sale tarde y ahí ocurre la desgracia”; puentes aéreos: “cuestan $ 30.000 sin contar el acceso para personas discapacitadas”.
La otra objeción que se enarboló es que los obstáculos viales retrasen el paso de las ambulancias. “Hablé con los choferes y dijeron que no se sienten: ‘si necesitamos pasar rápido con un enfermo, éste viene sujeto en la camilla, tenemos que pasar muy rápido y las ambulancia no lo sienten por la altura y la amortiguación’”, expresó.
En las inmediaciones de la esquina se encuentran dos escuelas, la primaria “Manuel de Lavardén” y la media “Augusto Niez”. En horas del mediodía y de la tarde, numerosos alumnos cruzan por encima de la cinta asfáltica para ir hacia la escuela o para retornar a sus hogares. “Tenían problemas; tenían que andar esquivando autos, colectivos, camiones porque hay una playa de estacionamiento y una gomería”, dijo Santana.
Corredores públicos
Esta mañana, la comisión de Hacienda analizó el expediente generado por los martilleros o corredores públicos, quienes solicitan ser reconocidos en el mismo apartado que los médicos, contadores, abogados, arquitectos, etc.“Los corredores públicos solicitaron, a partir de haber sido declarados dentro de las profesiones liberales, estar exento de la tasa de higiene, tasa que hasta ahora vienen pagando por su actividad inmobiliaria”, puntualizó Santana.
“Desde el momento en que se apruebe una ley, van a exigir que cada actividad inmobiliaria, como en la farmacia tiene su farmacéutico, en estas actividades tengan su corredor, inscripto en el registro correspondiente como actividad profesional o como profesión liberal”, explicó el presidente de la comisión de Hacienda.
Una vez que estén inscriptos en el rubro “profesiones liberales”, quieren pagar la tasa correspondiente. En la Provincia dejarían de abonar el 3,5 % mensual correspondiente a Ingresos Brutos para descender a un 2 %. En el caso de la tasa de Inspección e Higiene, la actividad está gravada con el 5 por 1000. En caso de poder acreditar que se trata de una profesión liberal, la alícuota que les corresponde es el 1,3 por 1000.
A nivel global, Santana dijo que “los montos no son relevantes por mes pero forman parte del universo de contribuyentes que aportan a esta tasa”.
Desde la comisión se solicitaron diversos informes: a la Provincia la normativa aprobada; a la asesoría jurídica del Concejo una opinión al respecto; a la Dirección de Rentas datos impositivos. “Una vez con estos informes seguramente se someterá a votación”, explicó el titular de la comisión de Hacienda.