Celia reclamó a los comercios y al gobierno que bajen los precios porque “es una vergüenza” lo que está sucediendo. “Para nosotros, como merenderos, nos cuesta mucho comprar una bolsa de papa”, indicó. “Todo lo que es verdura lo compramos”, dijo. Incluso teniendo panadería propia, se les imposibilita conseguir la materia primera debido a los altos costos. “La harina hoy se fue al carajo”, indicó.
Gladis dijo que muchos vecinos del barrio tienen el “Potenciar Trabajo” pero acuden a la cosecha para trabajar en las quintas o hacen trabajos de albañilería. “A nuestro merendero le dan cuatro o seis horas por día y ni así tampoco ellos llegan porque tienen chicos que van a la escuela y realmente la plata no alcanza para nada”, dijo.
Justamente ayer en Twitter la vicepresidenta Cristina Fernández remarcó el comportamiento de una de las grandes cadenas de alimentos. “Recién, en la Jornada por los 20 años de Asociación Empresaria Argentina (AEA), el dueño de una de las cadenas de supermercados más grande del país te cuenta lo que hacen todos los días”. El periodista Ricardo Kirschbaum le había preguntado sobre la política que lleva a cabo La Anónima frente a la inflación y Federico Braun, de La Anónima, fue contundente y reconoció, entre risas: «remarca precios todos los días».
La responsable del merendero del barrio 2 de Abril no disimuló su malestar y sostuvo que “el gobierno es cómplice de todo esto”. “Permite que pase todo esto”, dijo. Y reclamó que lo que debe hacer es “pararle la mano” a los empresarios porque “ellos se llevan la plata afuera y no la invierten adentro”. Y Celia también dijo: “el gobierno nefasto que tenemos baje los precios”.
“Creo que todas las organizaciones deberíamos estar acá reclamando esto porque todos trabajamos para esto y, como dijo la compañera, tuvimos mucho laburo que ni el gobierno ni nadie lo hizo. Trabajo social de ir a las casas a ayudar; asistirlos para que la vengan a ayudar. Tienen que reconocer que los ‘planeros’, como nos dicen que somos, laburamos de lunes a lunes y si nos toca un domingo trabajamos también; todo por el barrio”, expresó Celia.
Braun en la Asociación Empresaria Argentina:
“Por ahí si querés hacer una huerta no podés porque te tiran abajo el precio. Y hay compañeros que se dedican a la cosecha porque la plata no alcanza. Y todo el país está igual. Y hoy venimos a los negocios para que bajen los precios”, dijo Celia.
En tanto, Gladis dijo que hacen todo lo que pueden para que no llegue el día en que alguien se quede sin la merienda. “Es así que en plena pandemia nunca cerramos el merendero, jamás lo hemos cerrado”, indicó. Y reiteró que lo hacen huérfanos del apoyo político. “Ellos aparecen una vez cada cuatro años. Nosotros, los de los merenderos, somos los que les tomamos la temperatura al barrio y estamos los 365 días del año acompañando y ellos una vez cada cuatro años: Eso no es justo porque no van a ver la miseria que pasan nuestros vecinos, nuestros pibes, nuestras pibitas”, dijo.
Lo mismo dijo Celia: “La verdad es que acá no nos ayuda nadie”. Y sostuvo que deben esforzarse para comprar harina para repartir pan entre los vecinos o comprar los ingredientes para “un buen plato de guiso”. “Vos tomás un día para hace un guiso y sabés lo que gastaste pero al otro día vas a comprar y subió capaz un 20 o 30 % más. Es pasa en todos los barrios”, indicó.
