En el caso de las tarjetas de crédito, cuyos resúmenes por los consumos de marzo comienzan a vencer ahora, el BCRA recortó del 55 al 49% nominal anual (lo que equivale al 4,1% mensual) la tasa máxima que los emisores pueden cobrar a sus clientes por financiar consumos no cancelados al cierre del resumen del mes.
Además se dispuso que hasta el fin de la cuarentena tendrán plazo para pagar sus cuotas los deudores de créditos bancarios (prendarios, personales e hipotecarios) aunque, en caso de que no estén en condiciones de hacerlo para entonces, los bancos deberán aplazar el cobro de esa cuota hasta el final del crédito concedido «en las mismas condiciones en que fuera pactado y sin poder aplicar ningún recargo punitorio».
Esto supone que si el deudor debía pagar la cuota 20 de un crédito tomado a 36 meses, el vencimiento de abril pasará automáticamente a convertirse en la cuota 37 de esa financiación sin necesidad de que el cliente incluso lo informe.