La fuente sostuvo que la persona parecía “buena gente” y había pedido permiso para trabajar por un día en la plaza principal. “Ya se iba porque es de Buenos Aires aparentemente”, indicó. No obstante, luego de que ocupó un puesto de venta, llegaron quejas de transeúntes quienes aseguraron que el vendedor estaba a los gritos y en aparente estado de ebriedad.
De inmediato, desde Inspección pidieron ayuda a la fuerza pública para pedirle que se retire. Los inspectores fueron con dos policías y luego aparecieron tres efectivos más. Luego de un buen rato de dialogar con los inspectores y los efectivos policiales, el vendedor decidió irse pacíficamente de la plaza.