En la madrugada del miércoles 3 de abril la Policía fue alertada del deceso de la pequeña en el interior de la vivienda ubicada en la zona del Paracao en la parte sur de Paraná.
Según publicó el diario Uno de Paraná En un primer momento no se descartó que se estuviera frente a un agudo cuadro de broncoaspiración, por lo que tal cual se estila, se dispuso la autopsia en la morgue de Oro Verde para verificar que no se estaba frente a una muerte violenta o traumática.
Sin embargo, los médicos forenses detectaron luego de la extensa inspección al cuerpo de la beba, un severo traumatismo de cráneo producido por un objeto contundente y varios golpes de vieja data en distintas partes del cuerpo.
Para los forenses, la muerte de la pequeña no se produjo por un problema respiratorio, alertaron que se estaba lejos de una muerte natural, por lo que indicaron la posibilidad concreta de un deceso traumático.
Además, los expertos detectaron un alto grado de desnutrición en la pequeña, que pesaba apenas 8 kilogramos.
Abrupto giro
Con el informe autópsico el juez de instrucción Elvio Garzón dispuso varias medidas para que el personal de la División Homicidios profundizara la investigación con el fin de apuntalar las sospechas de los médicos forenses.
Ya con la idea de que no se estaba frente a una muerte natural, es que se realizaron distintas pericias, como también declaración a vecinos y comenzaron a trazar un perfil de la madre, que no la favorecía.
Un dato que llamó la atención a los investigadores es que pese a su edad la víctima no había sido anotada en el Registro Civil.
El argumento inicial de que la madre había perdido el documento fue tomado con pinzas, luego de que se conociera que un hermanito de la víctima tiempo atrás habría sido entregado en adopción.
La mujer que es investigada no tiene pareja en la actualidad y según sus palabras el marido hace bastante tiempo falleció. Además de la víctima, es madre de un niño de 5 años y hace poco tiempo dio a luz a una criatura que en la actualidad tiene 5 meses.
Frente a las dudas y oscuros datos aportados por los vecinos, desde la Justicia se ordenó dejar en guarda preventiva a los dos hijos en una dependencia del Copnaf, hasta tanto se sepa qué paso con la beba muerta. Ante esto, se dio intervención directa a la Defensoría de Pobres y Menores y al Ministerio Pupilar para que actuara en coordinación con el juez Garzón.
Abandono total
Los vecinos de la mujer -que vive en una pequeña habitación alquilada en una casa, donde además hay otras familias numerosas- indicaron al personal de Homicidios que la madre tenía una vida más que llamativa por la forma en que criaba a sus hijos. Tras destacar la importante cantidad de horas que pasaba fuera de la casa vendiendo –aparentemente- ropa hasta altas horas de la noche, incluyendo parte de la madrugada.
Durante gran parte del día los hijos de la mujer quedaban al cuidado de un niño de 13 años, que vivía en la casa.
Ante este panorama, de no contar con una alimentación adecuada o cuidados necesarios, los niños comenzaron a sentir el abandono de modo progresivo. Lo que se agravó con una crueldad desmedida de parte de su madre.
Imputación penal
Por esta situación, se reúnen en la Justicia elementos para entender que se está frente a un cuadro no solo de abandono de persona, sino también de un Homicidio calificado por omisión impropia, figura penal que podría contar o no con atenuantes, pero que en caso de confirmarse hipotéticamente en un juicio, la mujer estaría en condiciones de ser condenada a la máxima pena contemplada en el Código que es la prisión perpetua.
Hasta el momento a la mujer no se le ha tomado declaración indagatoria en el Juzgado de Instrucción, pero se supo que esta semana sería convocada para que dé su versión de los hechos.