«Vinimos a plantearle al ministro la gran preocupación por la bajante del río Paraná, que esperamos se estabilice porque podríamos tener complicaciones», advirtió el intendente.
Según precisó, de acuerdo a los análisis que se han realizado, esta situación deriva del dragado de la hidrovía, que si bien es algo importante para el desarrollo del país, a nosotros nos perjudica porque dada la velocidad que toma el río Paraná como consecuencia de esto, las entradas de agua a nuestros riachos no se pueden surtir de agua».
En ese sentido, indicó: «He iniciado tramitaciones en la Dirección Nacional de Puertos y Vías Navegables y continuaremos las gestiones con el gobierno provincial para que nos den una respuesta que tenemos pendiente». Al respecto, explicó que «la solución es dragar las bocas: por ejemplo, tenemos el caso en la boya 520, ubicada a unos pocos kilómetros del puerto de Diamante, en la entrada hacia el riacho Paranacito-Victoria; otra es la conocida como El Bobo, que conecta con el riacho Barrancoso y San Lorenzo y que necesitan dragarse».
«Creo que se puede atender el tema, en este caso a nivel nacional, y nuestro pie para gestionar es la provincia» apuntó.