Olmos indicó que el reclamo no es nuevo. “Viene desde hace años”, dijo. Además recordó que en febrero entregaron una nota avisando que no iban a comenzar las clases hasta que a la secundaria no le entreguen el edificio escolar que se construye en el predio del Club Sarmiento.
La escuela secundaria Nº 30 espera que finalice la construcción que se lleva a cabo en la parte sur del club Sarmiento. El viernes pasado, el presidente de la institución deportiva, Enrique Braga, indicó el viernes pasado a DIARIOJUNIO que esta semana se iba a reanudar la edificación de la institución escolar. “Salió un aporte de la provincia de $ 2 millones. Hay una empresa que se va a hacer cargo y la va a administrar el municipio o la Cafesg”, indicó.
“Yo me pregunto donde están los sentimientos porque es triste que queden 600 chicos sin clases en una comunidad como la Zona Sur”, indicó Olmos. Los 600 alumnos corresponden a la matrícula de ambas escuelas: 400 de primaria y 200 de secundaria.
Por otra parte, la secretaria explicó que se tiene previsto realizar refacciones en el edificio escolar que ocupan. La obra de puesta en valor estaba previsto que comience ayer 2 de marzo. Por ese motivo, no queda espacio para estar funcionando dos escuelas simultáneamente en el mismo lugar.
La secretaria indicó que es “imposible” desarrollar clases de la forma en que lo venían haciendo. Hay seis o siete aulas disponibles para 600 chicos. En realidad, lo que sucede es que las actividades se realizaban pero perdiendo “calidad educativa” y generando conflictos al mismo tiempo.
La obra de puesta en valor incluye la refacción de pisos, techos e instalación eléctrica. “Lo más paupérrimo es la parte de instalación eléctrica. No sólo hay problemas cuando llueve sino que cuando vos entrás a las aulas, los enchufes y los cables están para afuera. Eso quedó todo provisorio”, dijo. Eso se debe a que se tenían previsto realizar la puesta en valor en dos etapas. En la primera parte se incluyeron los baños, la construcción de un SUM (Salón de Usos Múltiples), un comedor y parte de la instalación eléctrica que quedó inconclusa. Pero la segunda parte no comenzó.
En realidad, la secretaria esperaba que la refacción, de 30 días de duración y prevista desde octubre del año pasado, se iba a realizar en enero, cuando no hay clases, y no al comienzo del ciclo lectivo. “No hay salón, nada, para llevarlos. ¿Adonde los vamos a llevar si ellos son de acá?”, dijo.
Por último, la mujer señaló que le provocaba tristeza que no haya clases y que “los papás tengan que volver a sus casas”.