La escuela está superpoblada de alumnos en el secundario. La matrícula de más de 300 alumnos, repartida en 10 divisiones, ha desnudado las carencias edilicias del edificio. “Es una primaria relativamente chica y la cantidad de aulas no alcanza para la matrícula que está dando clases en el turno tarde”, expresó Stegbañer.
Por tal motivo, los alumnos desde el 1º al 6º año del secundario se rotan para dar clases debajo de un árbol. “Un año por día se queda afuera dando clases en un patio; justamente hay un hermoso árbol ahí. Dan clases en estos días que hay sol”, confirmó Stregbañer. Al menos, los alumnos del curso al que le toque dar clases en el patio no deben asistir durante las jornadas de lluvia o frío.
El secretario general de la seccional Concordia aseguró que el proceso de enseñanza al aire libre es muy difícil de llevar a cabo. “Es imposible que se de en forma normal”, explicó. Si bien admitió que hay clases en que la parte didáctica sí lo permite, no pueden avalar que la práctica se repita sistemáticamente todos los días
El director del establecimiento, Fabián Cabrera, les aseguró a los gremialistas que hay un compromiso de las actuales autoridades de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande de edificar un aula en el corto plazo. El secretario general recalcó que con un solo aula se resuelve el problema este año pero en 2012 se van a necesitar dos más. “Hay una demanda de dos aulas más. El año que viene esto sigue”, indicó.
El miércoles pasado, autoridades gremiales se hicieron presentes en la escuela para reunirse con Cabrera y con los padres. Hasta ahora, las clases siguen dictándose pero la actividad se puede interrumpir en breve. “Si en 15 días no hay respuestas a la construcción de esta aula, seguramente se va a tomar otra medida”, adelantó.
Además, el aula del 6º año es el comedor de la escuela. Stegbañer señaló que no tiene mobiliarios adecuados y además se trata de una habitación pequeña. En consecuencia, los alumnos están “casi hacinados”. Además en la escuela reclaman cargos, personal administrativo y equipos informáticos. A tal punto faltan máquinas que hay un atraso de dos años en la emisión de los títulos secundarios.