Al menos tres policías de Concordia están seriamente implicados en apremios a menores ocurridos durante la madrugada del viernes 20 de julio. Cuando tres móviles de patrulla interceptaron cuatro vehículos en los que se desplazaba un grupo de amigos, que venía de festejar un cumpleaños en el boliche May Way de calle Pellegrini y Catamarca. El hecho fue que al salir del local, uno de los chicos tomó una luz baliza que estaba colocada en un cono de seguridad de una obra y la arrojó dentro del automóvil. Desde esa esquina hasta Boulevard San Lorenzo se inició una persecución que inexplicablemente se tradujo en una violenta acción policial contra los menores. Según contó a DIARIOJUNIO Claudia Malleret, madre de uno de los chicos golpeados, su hijo fue esposado y golpeado en la cabeza con la misma baliza, con lo que le produjeron una herida, al igual que otro amigo al que le hicieron sangrar la nariz.
Asimismo, la mujer contó que los uniformados pedían los papeles del auto y al estar todo en regla comenzaron a asustarlos con lo de la señal de seguridad. “se metieron en el auto y le dijeron que le iban a llevar el vehículo, le sacaron $150 pesos y le dijeron que no dijeran nada, o le iban a plantar droga en el auto” contó la mujer, en tanto señaló que “cuando él (por su hijo de 18 años) intentó llamarme le dijeron ´maricón, deja de llamar a tu mamá´”.
Asimismo, el delegado local de Derechos Humanos Rubén Bonelli, contó en la misma línea que “algunos de los chicos se atemorizaron tanto que no contaron nada, y otros sí hablaron con sus padres” tal es así que cuando Claudia se contacta con Bonelli el lunes 23 para avisarle, el funcionario se comunica con el subjefe de policía Servio Olivera, y éste le asegura que no estaba al tanto de los hechos, pese a que una de las madres había hecho la denuncia en la comisaría.
De los 11 chicos, entre los que se encontraban dos mujeres, todos fueron bajados del auto y palpados pero en particular tres de ellos fueron golpeados y esposados, y según precisó Bonelli “incluso después les limpiaron la sangre del rostro, cuando les advirtieron que no contaran nada si no querían ser hombres muertos, o que les plantaran droga en el auto”
Ahora la causa está en manos del Fiscal Anibal Lafourcade, quien señaló que nunca le había llegado la denuncia radicada en la policía, y que el primer contacto con la causa es por la denuncia directa de las madres y el delegado de Derechos Humanos. En cuanto a los policías golpeadores habría por lo menos dos identificados, en un video del hecho.
Por su parte, Claudia Malleret dijo a este diario que; “Fuimos muy bien atendidos por el Jefe de Policía y del Comando Radioeléctrico, nos pidieron disculpas, nos dijeron que ellos no estaban de acuerdo con esto que hicieron” y remarcó que “en la policía no son todos iguales», pero creo que las autoridades tendrían que sacar esa gente de la policía porque hoy los chicos le tienen miedo a la policía y los chicos no le pueden tener miedo a la policía; deberían cuidarlos de noche y en realidad no andan cuidando, andan viendo que oportunidad pueden tener”
Según recuerda la denunciante, “ese día llegaron todos a casa golpeados, lloraban, tenían miedo”. concluyó.