Policía rescató a la madre de “Hormiga Negra” Kovalchú, tras sufrir un accidente doméstico y pasar cinco días inmovilizada

De acuerdo con la información policial, Marta Valencia, de 93 años, quien aún vive en el domicilio de calle 1º casi Pellegrini, contiguo al kiosco donde décadas atrás funcionaba la parrilla de de su esposo, fue salvada casi de milagro, ya que de haber llegado mas tarde no la hubieran hallado con vida.

Un caso que también viene bien señalar, es el de tres hermanas que vivían en el barrio Nébel, donde en dos ocasiones, la policía debió intervenir para extraer los cuerpos de dos de las mujeres luego que estas fallecieran sin que sus convivientes, que padecían alzheimer, se dieran cuenta.

La ultima vez, que esto ocurrió fue el jueves 22 de agosto, cuando, según publicó DIARIOJUNIO ese mismo día, por la tarde fue hallado el cuerpo de una mujer de 82 años que había fallecido aparentemente hacía más de 20 días. Un sobrino correntino se percató del hecho cuando llegó al domicilio. Fue en el barrio Nébel, en una vivienda de calle Gendarmería Nacional al 1080.

La mujer, Dolores Ponce, vivía con una hermana de 76 años que no dio cuenta del fallecimiento porque padece de Mal de Alzheimer. Lo curioso es que lo mismo sucedió hace un año en la misma vivienda cuando vivían tres hermanas y una de ellas había expirado sin que las otras dos se percataran, según informaron a DIARIOJUNIO desde la Jefatura de Policía.

DEBATE
Estos casos son solo un testimonio de una problemática a la que se enfrentan varios adultos mayores de nuestra ciudad que por diversas razones, no cuentan con una familia o convivientes que los asistan en situaciones determinadas y dado su estado, una simple caída puede terminar siendo fatal.

Para paliar este problema, entre otras alternativas, existen dispositivos electrónicos, y telefónicos inalámbricos, que se colocan como una pulsera y con solo apretar un botón la persona puede llamar a Emergencias.

No obstante, el debate es mucho más amplio, y debería interpelar a toda la sociedad, respecto del lugar que ocupan los adultos mayores en nuestros intereses y preocupaciones.

Hombres y mujeres que en al ultima etapa de sus vidas, se encuentran en la disyuntiva de vivir en soledad con el riesgo que esto implica, o internarse en los distintos geriátricos locales que en la mayoría de los casos, lejos están de ofrecerle una ancianidad plena.

A su vez, el tema se relaciona con otro que venimos tratando, y es el de la irregularidad de varios de estos centros de internación geriátrica, que no están registrados como tales, y por consiguiente no reciben los controles correspondientes para garantizar la salud mental y el bienestar de los pacientes.

Al igual que los niños, los ancianos representan un sector de la sociedad con escaso poder para hacer oír y cumplir sus demandas y preocupaciones, y esto se ve reflejado en el tipo de dramas que sufren.

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