La institución parisina justificó el desalojo argumentando que estos "campamentos ilícitos" suponen "riesgos importantes para la seguridad y la salud tanto de sus ocupantes como de los vecinos" y hay un decreto que permite desmantelarlos.
Desde el 2015 la policía francesa ha llevado a cabo un total de 34 desalojos de campamentos de refugiados tan solo en París.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, pidió el jueves que se legisle para garantizar la acogida y la integración de los refugiados, y para que se creen otros centros similares pero repartidos por todo el país.
A su juicio, Francia tendría que aumentar las plazas de acogida de refugiados de 50.000 en 2018 y de 75.000 en 2022.