El intendente de la Villa había señalado días atrás que “no había otra fecha” para realizar su fiesta, detallando todas las actividades previstas en su ciudad durante diciembre y parte de enero, pero resaltando que el público que asiste a una y otra fiesta es diferente y descartando que el hacer las dos el mismo día pueda influir en el número de asistentes a uno u otro acontecimiento.
Toller se mostró sorprendido y disgustado por la determinación de Cándarle, y no dudó en meter en la polémica a la fábrica de jugos, indicando que “yo para la fábrica de jugos, que va a estar en Villa del Rosario, puse lo mejor de mí, las mejores decisiones, no puse palos en la rueda”. Incluso fue más allá apuntando que veía “mucha deficiencia” en el manejo que su par de Villa del Rosario, considerando que “se ha perdido mucho tiempo con esto de querer una fábrica llave en mano”, que “se debería haber encarado de otra forma. ¿Por qué no hablamos de la obra civil por lado y las maquinas por otro?”, ejemplificó.
Ambas ciudades, ubicadas en el sector noreste del Departamento Federación tienen menos de 2 mil habitantes cada una. La fiesta de la Sandía se viene haciendo hace un cuarto de siglo, mientras que la del Inmigrante hace 13 y en el medio de la polémica no faltó la lectura política de algunos, que señalan que la decisión de de Candarle sería un pase de factura hacia Toller, por que éste –representante del vecinalismo santanense- no apoyó a aquel en su candidatura a Senador por el radicalismo en las pasadas elecciones del 23 de octubre, cuando finalmente triunfó la candidata del FJV María Angélica Guerra.