Silvia miraba la avenida Vuelta de Obligado, como cada 7 de agosto, desde su puesto donde vende estampitas, retratos rosarios y velas de San Cayetano, y simplemente sonreía. “Yo estoy admirada de esto, es la primera vez que me pasa” dijo a DIARIOJUNIO la comerciante que asegura concurrir cada año a la parroquia de Villa Zorraquín por esta festividad. “Es impresionante como nos quedamos con la mercadería este año; nosotros nos quedamos con la mitad de las velas y hay gente que se quedó con comida” relató la mujer.
Consultada respecto de cuál sería el motivo de la caída en las ventas Silvia señaló que “este año vino mucho menos gente, nada que ver con años atrás”.
Recorriendo el resto de los puestos, hallábamos respuestas similares, en su gran mayoría los comerciantes perplejos por la disminución de devotos para este año.
Conversando sobre las posibles causas, hubo desde quienes aseguraban que se debía al costo de la canasta básica, hasta quienes le echaron la culpa a San Expedito, que cada vez parece cobrar más popularidad desde su refugio en la plaza España.
Pero fundamentalmente, las explicaciones más razonables, tenían que ver con el mal tiempo (estaba a punto de llover) con el hecho que la fiesta cayera en día de semana, y un tercer factor para nada despreciable, y es que “ahora hay más trabajo que años atrás, cuando acá se llenaba que parecía un hormiguero” señaló un devoto al pié de la imagen del Santo.
En diálogo con DIARIOJUNIO, Orlando Gauto, un trabajador de la cooperativa recuperar, que tiene la concesión de la planta de reciclado del campo del Abasto, agregó que; “yo vengo todos los años hace 18 años, y la impresión que me da es que viene la misma cantidad de gente solo que no vienen todos juntos, la gente elije quizás un momento para venir más tranquilo, o muchos trabajan y vienen cuando terminan la jornada”. Gauto, al igual que otros cuatro devotos entrevistados por DIARIOJUNIO, vino a agradecer el trabajo que tiene, y a pedir empleo para lo que están desocupados.
¿Crisis de Fe?
Al final de la avenida, ya en la puerta de la parroquia, se agrupaban en fila unas 60 personas esperando su turno para tocar la imagen de San Cayetano, cuando ya comenzaban a Caer algunas gotas. Adentro del templo, todos los lugares estaban ocupados, y había lugar para permanecer parado. Sin embargo fue notable la cantidad de personas, que tocaban la imagen del Santo y se iban, o entraban a la parroquia solo a persignarse y pegaban la vuelta.
El sacerdote, decía en su homilía que “a veces pasa que en Dios buscamos aquello que no encontramos en las herramientas de la tierra”. Mientras una joven intentaba vender un remanente de velas. “el año pasado a esta hora ya no tenía nada más para vender” reprochó mientras señalaba la caja casi llena de velas amarillas y blancas.
Podríamos sostener –como dijo un comerciante- que la culpa la tiene el costo de la canasta básica, que la gente no quiere gastar, pero ocurre que vivo muy cerca de la plaza España, donde puedo ver cada mañana la costra de cera que el placero debe limpiar todos los días, de un candelabro que debe albergar por lo menos unas 50 velas rojas y verdes, al pie de la ermita de San Expedito, el patrono de las causas urgentes.
No pareciera ser una cuestión monetaria, cada vela cuesta un peso. y si lo analizamos, peregrinar sale gratis, y este año, uno de los datos más sorprendentes fue que no se vió, como años anteriores, las hileras de peregrinos que iban a pie hasta Villa Zorraquin durante todo el día.
Tal vez sea como dice el padre, que nos acordamos de Dios cuando estamos mal, cuando las herramientas de la tierra no nos dan respuestas, y tal vez sea que la imagen que tenemos de San Cayetano, es la de la Argentina del 2001, la del 2002, incluso la del 2003. Pero no es en vano que se hayan creado 5 millones de puestos de empleo en los últimos años, no es casual, que entre esos devotos nos hayamos encontrado con un trabajador de una planta recuperada por sus operarios, tras el fracaso de la empresa CETRU S. A
Tal vez sea que la gente ya no le pide tanto a Dios, porque las herramientas de la tierra le están dando algunas respuestas, talvez sea que esos 5 millones de empleos remunerados sean consecuencia de una herramienta en particular que es la política, tal vez sea que esos obreros que decidieron organizarse y reflotar una fábrica que había quebrado hallaron esa herramienta de la que habla el sacerdote, esa misma herramienta que en los 90 se había puesto del lado de las corporaciones. O quizá simplemente haya sido que San Cayetano existe y escuchó las plegarias de los que peregrinaron y rezaron por horas en las largas colas del 2001.