Plantean devolver a los menores internados de vuelta a sus familias

La modificatoria de la orgánica es la base legal sobre la que se apoya los cambios de funcionamiento. “Se va a trabajar muy fuerte en lo que es la prevención en la comunidad. Hay que hacer una fuerte apoyatura en las familias de estos niños y jóvenes, no solo de los que tenemos en los hogares sino todos los que tenemos en el medio” dijo Reiner de Quintana.

La titular del Consejo aseguró que ya tienen los lineamientos que bajaron desde Paraná y resta ajustar el capítulo del financiamiento. “No es que todos los niños y jóvenes van a egresar a sus hogares. Cada caso va a ser evaluados en particular conjuntamente con los equipos técnicos y los directivos” agregó.

Los hogares estatales que dependen del Consejo del Menor son: Casa de los Gurises, Residencia Juvenil, Solidaridad y Casa de la Paz (donde se internan jóvenes que tienen causas penales que no serían alcanzados por las modificaciones y seguirían recluidos). Luego están los hogares privados. “Alrededor de 30 chicos tenemos en estos hogares, va variando, no es una población fija” afirmó Reiner de Quintana, quien desde hace 13 años se desempeña como psicóloga social en la repartición.
“Estos chicos podrían, mediante una evaluación, a sus hogares. Pero hay que reforzar a la familia. Desde aquí tenemos una parte muy importante de trabajo. Pero también hay que trabajar desde otras instituciones.

“La idea es hacer un seguimiento, dándoles asistencia en materia de escolaridad, salud. Tienen que involucrarse en las instituciones que tiene en su comunidad” dijo la psicóloga social. La intención apunta al problema con el que se encuentra el joven cuando sale de su internación; las condiciones de vida de su familia no ha cambiado, por lo que es probable que tenga los mismos problemas que generaron su internación.

“Yo creo que dentro de este deterioro social que atravesamos nos encontramos con familias que no tienen medios, están si trabajo desde hace años” dijo Reiner de Quintana. “Ese es el desafío, tratar de encontrar los medios para apoyar a la familia cuyos progenitores están sin trabajo” agregó.

Quintana trazó un perfil social de los chicos que habitualmente se internan en los hogares. “Tienen problemas en su medio desde hace tiempo. El sistema educativo los expulsó. Se suma la problemática familiar que atravesamos” detalló. Incluso diagramó la estructura familiar que rodea a estos jóvenes. “Las familias predomina la imagen de la mamá. Hay abandono de partes de los papás. Familias ensambladas, donde no hay una permanencia del matrimonio ideal. Lo que más se ve es la mamá sola con un grupo de niños numerosos” puntualizó.

“por lo general, los chicos que ingresan provienen de familias de muy escasos recursos, si bien hay problemas puntuales de conducta.

Estacionamiento medido

“ A raíz de inconvenientes que veíamos que se venían presentando, decidimos redireccionar el sistema”dijo la encargada del Consejo. El municipio va a seguir a cargo de la venta, pero lo recaudado va a estar destinado a becar a los chicos que se encargaban de vender la tarjeta.

“El que hace la primaria, la va a terminar. El que hace la secundaria también como así aquel que se quiera capacitar en un taller específico. La idea es becar a los jóvenes para que se capaciten para su futuro” agregó. La idea originaria era que aquel que venda la tarjeta termine su escolaridad. “Pero no hubo un seguimiento para saber si seguían yendo a la escuela”. Reiner de Quintana admite que los chicos se ocuparon solo de trabajar en desmedro de la concurrencia a la escuela por lo que se había perdido la esencia del sistema.

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