Planes Jefas de Hogar encadenadas denuncian a jornalizadas por “acomodo político”

Cresto dijo en el Odeón en diciembre de 2003, el mismo día en que asumía su segunda intendencia, que se necesitaba “una medida que tienda a prevenir que esa costumbre (ingreso a la planta permanente) siga perjudicando a la totalidad de la población que ve como el pago de sus obligaciones tributarias se aplican en su mayor parte al pago de sueldos municipales”. Por lo tanto, iba “congelar el ingreso de personal”. Pero descongeló la promesa y el 6 de junio pasado jornalizó, mediante dos decretos, a 334 empleados por un lado y cerca de 20 profesionales por el otro.
A pesar de ello, no todos están conformes. Estefanía Villalba, una trabajadora del Centro de Salud “San Miguel” con cuatro años de antigüedad, reclama ser incluida en la jornalización. Villalba, al igual que tres compañeras, se encadenaron en la puerta del centro el miércoles por la mañana al ver que se quedaron fuera. “Nos reunimos todas y arreglamos que nos íbamos a encadenar”, contó.
Villalba ingresó al comienzo de la actual gestión siendo plan Jefe de Hogar. “Nosotras empezamos a trabajar y hablamos y dijeron que iba a ver contratos hasta que en enero pasado nos dijeron que no iba a ver contratos”, expresó. El contrato con aportes es la puerta de ingreso a la planta, porque demuestra que existe una relación de dependencia entre el trabajador y el Estado municipal, y en consecuencia el empleado tiene derecho a exigir la estabilidad laboral (ley Nº 3001; art. 18º).
Anoche, las empleadas encadenadas se reunieron con Cresto y el intendente les propuso ir contratando de “a una o dos”. “Pero nosotras le dijimos que quería que nos jornalice así como jornalizó a la gente de él que nunca trabajó porque la gente que él jornalizó algunas nunca trabajaron y él nos dijo anoche que nunca habían trabajado pero que tenía un compromiso político con ellos”, expresó Villalba. “Una de las que no trabaja es una de las hermanas Cis; una entró y la otra entra supuestamente en julio”. En el listado de jornalizados aparece una mujer llamada Silvana Andrea Cis. “También aparece la mujer del señor (Antonio) Menga”, agregó. Menga es titular de la UOEM (Unión de Obreros y Empleados Municipales).
“Desde que empezamos a trabajar para la municipalidad nunca faltamos llueva o truene igual veníamos: Nosotros le trabajamos, le cumplimos y nunca fuimos a quejarnos de nada”, sostuvo Villalba. Una de sus compañeras que hace cuatro años trabaja y también reclama la jornalización, Teresa Medina, dijo: “Nosotros somos quienes mantenemos el centro de salud y ayudando a la municipalidad también. Si no fuera por nosotros que trabajamos de ordenanzas o administrativas, esto no funcionaría”, expresó.
Medina también argumentó que hay “otras chicas que jornalizó siendo que nunca trabajaron”. La empleada ratificó que: “permanecerá encadenada hasta que nos den una respuesta favorable”. Y agregó que intentaron contactarse con el intendente electo, Gustavo Bordet, por intermedio de su secretaria pero “no le quiso pasar o no se quiere meter”.

Jornalizadas “de la nada”

Claudia Maidana, empleada del centro de salud “Capricornio”, dijo que hace seis años que trabaja en el área de salud del municipio (ingresó en la gestión de Hernán Orduna) y hace dos en el “Capricornio”. “Somos cuatro personas que reclamamos la jornalización que trabajamos con los planes. Nuestra indignación es que saltó gente jornalizada directamente sin haber trabajado nunca en ningún lado, ni en Salud ni en ninguna otra área”.
Maidana, de 34 años a cargo de un hijo y de su madre, al igual que sus compañeras, se sintió “usada” cuando se enteró que se jornalizaba “gente que salió de la nada”. “Yo tengo secundario completo y capacitaciones hechas a nivel Salud de violencia familiar. Las otras chicas están estudiando y tratando de terminar la escuela. Nos tratamos de superar”, sostuvo.
La reclamante aseguró que sólo subsiste de un plan de jefes de hogar ($ 150) y debe trabajar entre seis y doce horas diarias. El horario normal es de seis pero a veces debe permanecer de “siete de la mañana a siete de la tarde” cuando se entrega “la leche o los tickets”.
En el Capricornio, el resto del personal atendía a la gente afuera del centro porque las huelguistas no dejan pasar a nadie. Pero, en caso de emergencia, se dejó pasar a los pacientes: “porque la parte humana nunca la perdimos”.
Maidana dijo que desde el miércoles vino un montón de gente: “(Alberto) Armanazqui, el doctor (Arnaldo) Rosso, gremialistas para que levantemos la medida con cuentos”. Cuando se reunieron con el intendente, éste les propuso contratar a una sola de las encadenadas (hace tres años se le cayó el plan y trabaja por un subsidio de $ 100) pero luego de que las mujeres se negasen les propuso ir contratando de a una. “Nosotros le dijimos que porque pedimos algo justo, ¿porqué jornalizó a estas chicas de una?”, se preguntó. Y, según Maidana, Cresto les respondió que era porque habían trabajado en la campaña. “Nos dijo que eran cinco que habían entrado porque habían pegado carteles”, expresó.

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