Hay que recordar que el martes, en su discurso de asunción, Fernández dijo que “Argentina necesita poner fin a una estructura que muestra un país ‘central’ rico y pujante y un país ‘periférico’ que busca desarrollarse a partir de las mínimas concesiones que el país ‘central’ entrega. No puede haber argentinos de primera y argentinos de segunda. Argentina es una sola y mancomunadamente debe propender al desarrollo de todas y cada una de sus regiones. Ese es el desafío que enfrentamos y debemos superar”, consignó.
“Llevaremos una parte sustancial de la actividad política y administrativa del Estado Nacional a las provincias, creando Capitales Alternativas, a fin de que la realidad de esos lugares de nuestra Patria pueda hacerse carne en los decisores de política, en los medios de comunicación y adquiera, a su vez, la visibilidad que no tuvieron durante décadas”, explicó el Presidente.
Respecto del Plan Argentina contra el Hambre, hasta ahora se sabe que está destinado a salir a auxiliar rápidamente a las familias más afectadas por la pobreza y fue diseñado con un criterio que busca dar impulso a la creación de puestos de trabajo en la economía popular. El Presidente, a modo de anticipo, aseguró que “el cooperativismo y la agricultura familiar serán actores centrales en esa política”.
Por otra parte, Arroyo explicó hoy a Pagina 12 que “no habrá que anotarse en ningún lado” para acceder a la tarjeta para comprar alimentos, porque los padrones sobre las familias en situación más crítica ya están hechos. Las tarjetas alimentarias se entregarán así a sus beneficiarias directamente, en cada localidad. La idea es que comience a funcionar en los próximos días, primero en los barrios donde están funcionando los mil comedores del país con mayores demandas.
La tarjeta será recargada de manera mensual, y sólo podrá ser utilizada para comprar comida. En el momento de hacer la compra, quienes la utilicen accederán a un 15 por ciento de devolución del IVA en los productos de la canasta básica alimentaria.
El programa busca aumentar el acceso a lácteos, carne, verduras y frutas, es decir a los alimentos frescos que hoy faltan no sólo en la mesa familiar, sino incluso en los comedores. La tarjeta llegará inicialmente a dos millones de mujeres con niños a cargo menores de seis años.