Todos los vecinos deben cumplir y respetar esta normativa, que se encuentra fundamentada en el respecto a los adultos mayores, a las personas con TEA (autismo), con discapacidades, bebés, y también mascotas, entre otros, quienes sufren por el efecto de los estruendos que provocan. Es responsabilidad de todos los ciudadanos respetar y hacer respetar las disposiciones que tienen a garantizar el derecho de todos.