Los jueces Cristina de Los Angeles Lembeye, Juan Pablo Olivera y Jorge Omar Alonso escucharon los alegatos planteados en primer lugar por el fiscal de Cámara, Carlos Rearte, quien sostuvo que de acuerdo a las pruebas y testimonios que se recabaron durante las audiencias quedó probado que Ismael Salas y Carlos Velázquez torturaron a Jonathan Gorosito con golpes de puño, patadas y cachetadas.
El fiscal también consideró que Ricardo Alvarado fue el encargado de coordinar el alojamiento y presenció las torturas, no disponiendo las medidas necesarias.
"Los hechos no fueron como dice la Defensa; el suicidio no ha sido tal, sino que existieron acciones y elementos de prueba que indican lo contrario. Además, hay muchas contradicciones y reticencias en los testimonios de los hermanos Jonathan y Walter Rivero, como así también de los policías que presentaron ante nosotros un discurso uniforme por los hechos sucedidos", indicó. "Ha quedado desvirtuada la hipótesis de suicidio porque no existen suficientes elementos para probar eso y hay muchos otros que corroboran lo contrario. Uno de ellos fue la autopsia realizada por el médico César Covarrubias, quien dijo que no existían lesiones que sugieran muerte por ahorcamiento", señaló en declaraciones reproducidas por El Patagónico.
Por otra parte, consideró que hubo "alteración de la escena del crimen, seguramente realizada por los imputados y convalidada por otras personas para ocultar y encubrir la acción de los tres policías".
Por ello, el fiscal pidió que a Salas y Velázquez se les dicte la pena de prisión perpetua, en tanto que a Alvarado se lo condene a siete años e inhabilitación para portar armas de todo tipo por omisión funcional. Los abogados defensores de los policías, Marcelo Palenque, Rosa Razzuri y Carlos Muriette, solicitaron a su turno la absolución de los imputados, defendiendo la hipótesis del suicidio y restando validez a los testimonios de dos detenidos que daban indicios de lo contrario. Los policías, por su parte, hicieron uso de su derecho y al final del juicio tomaron la palabra para declararse inocentes.
Los hechos
El juicio oral y público por la muerte de Jonathan Gorosito comenzó en septiembre, tras la postergación determinada en junio por la renuncia de un abogado defensor. La víctima, oriunda de Paraná, fue detenida el 22 de julio de 2011 en Las Heras, provincia de Santa Cruz, y falleció en una comisaría. En un primer momento el hecho se intentó hacer pasar como un suicidio, pero luego se comprobó que intervinieron policías y se había tratado de un asesinato.
Jonathan Gorosito era hermano menor de Elías, quien fue visto por última vez el 13 de febrero en 2002 en Paraná, y por cuya desaparición tres policías fueron condenados. La madre de ambos, María Cristina Silaur, exigió justicia incansablemente hasta su reciente fallecimiento. En las dos causas la Subsecretaría de Derechos Humanos intervino brindando acompañamiento y asesoramiento a sus familiares.