La Carta, firmada por el Presidente de la Junta Americana, Pedro Aguer, el Vicepresidente Julio Majul y el Secretario Ejecutivo, Víctor Sartori, sugiere al gobernador “que se divulgue con detalles el origen de esos bienes, para que sirvan a los fines educativos, considerando la enorme deuda que los Argentinos tenemos con el Paraguay a raíz de la guerra fratricida decidida por poderosos de otros tiempos. Y considerando también la resistencia que opusieron miles de entrerrianos, y vecinos de otras provincias, y que algunos sublevados pagaron su heroísmo con la vida”.
“Entendemos que esos bienes deben ser restituidos a sus legítimos dueños, con una carta de disculpas dirigida a los paraguayos, en la que expresemos nuestro más sentido repudio a esa guerra de exterminio contra un pueblo soberano que buscaba un desarrollo autónomo y por eso molestaba a las potencias; nuestro profundo deseo de paz, confraternidad y unidad sudamericana, y nuestro compromiso antiimperialista que no debe ser sólo de palabra y que nos obliga: aquí y ahora”, dice el documento recibido hoy en la Gobernación.
“Sería largo explicar, Gobernador, el orgullo que sentimos los entrerrianos por los actos de resistencia de Basualdo y Toledo, de vecinos que se negaron a derramar sangre hermana y debieron soportar la presión del interés imperialista, esclavista, que igualaba en ese momento a los gobiernos de Brasil y Buenos Aires y sus aliados, bajo los designios de la siempre colonialista (como hoy) diplomacia británica”, sostienen los vecinos.
Los bienes se pueden observar en una sala del Museo Leguizamón. Se trata de un sofá, cinco butacas, dos sillones, una mesa, un escritorio, un espejo, y un armario, todos construidos en Alemania, “verdaderas obras de arte, de factura exquisita, y en excelente estado de conservación gracias al muy buen cuidado brindado en esa institución”, dice la carta, y señala que “otras organizaciones de Paraná, de distintas extracciones, se han expresado en un sentido similar”, por la devolución.
“Lo último que podemos aceptar es que convalidemos el saqueo de riquezas culturales y materiales ajenas, como lo hacen nuestros enemigos británicos. Y menos que lo hagamos con propiedades de nuestros hermanos. De hecho, hoy no podríamos rechazar con autoridad la presencia colonialista británica en el Atlántico Sur y repudiar la presencia abusiva de las multinacionales colonialistas en nuestro suelo, si siguiéramos reteniendo estos objetos, que sentimos como símbolos del botín de guerra”, subrayaron.
“Los integrantes de este centro de estudios, que se extiende por ciudades que pertenecen a la Liga de los Pueblos Libres, no olvidamos que el mismo poder oligarca pro imperialista con principal asiento en la metrópolis se encargó de hacerse de sus estancias a fuerza de atropellos contra pueblos originarios de la Patagonia y del Chaco, gauchos del noroeste, gauchos orientales y entrerrianos, y mestizos guaraníes, y que los privilegios que obtuvieron a fuerza de fusiles Remington y de intrigas se siguen expresando en pleno siglo XXI. La Guerra al Paraguay, Gobernador, es otra mancha, es una herida abierta”, concluyeron.
El centro de estudios Junta Americana por los Pueblos Libres, con sede en Paraná, está constituido por trabajadores de diversos rubros, docentes, estudiantes, artistas, periodistas, investigadores, cooperativistas, dirigentes sociales y sindicales, campesinos, que viven en una decena de ciudades de Entre Ríos, Santa Fe y la República Oriental del Uruguay.