Martín Piaggio (Foto: Agencia Télam)
Por Federico Odorisio de la redacción de DIARIOJUNIO
DIARIOJUNIO: La semana pasada se hizo viral un audio que lo acusaba de haber encabezado usurpaciones de campos junto a centenares de familias pobres de Gualeguaychú, ¿Qué valoraciones hace sobre eso?
Martín Piaggio: “Yo veo a la política muy diferente a todo eso. No creo en esa historia de que el fin justifique los medios, ni que todo es igual ni todo vale en la política. Todo lo que esté vinculado a la mentira, a la maldad, al daño y la crítica en cuestiones personales, yo nunca entré en eso. Soy joven, pero he vivido varias campañas electorales: las internas del 2015, las generales del 2015, las internas del justicialismo para ser presidente del partido acá en Gualeguaychú, las campañas de 2019, y nunca tuve que recurrir a hablar más que de las propuestas o de los temas centrales de mi ciudad. No convalido estos mecanismos También es cierto que de un tiempo a esta parte es como que, en cierta medida, me tiene sin cuidado. Lo que sí expresa es que hay sectores que sí utilizan estas cosas, que creen que pueden ser útiles, que de esa manera pueden generar daño político. Operaciones falaces como estas son muy torpes. Es como decir que afuera llueve y todos ven el sol.
DJ: El audio tenía contenidos con características muy estigmatizantes y estereotipadas: Los villeros usurpadores de la mano de un político zurdito y Kirchnerista
MP: Hace dos años y medio, cuando sacamos la ordenanza para liberar a nuestro ejido de Gualeguaychú del envenenamiento por glifosato, tuvimos todo un pueblo apoyando, incluso familias y trabajadores rurales que han sufrido antes que nadie la contaminación del glifosato. Muchos de ellos han pagado con su salud y su vida. Las diferencias y las tensiones las tuvimos y, evidentemente, siguen vigentes con las patronales, fundamentalmente de parte de las asociaciones que nuclean a unos pocos grandes productores. Si a eso le sumamos que, con el paso del tiempo, creamos por ordenanza un Banco de Tierras Municipales y generamos una segunda herramienta que era una sobretasa para la tierra ociosa. Hay un conjunto de cosas que molestan porque el trasfondo del modelo actual agropecuario tiene una base muy grande en el latifundio y en la propiedad de la tierra en muy pocas manos. Gualeguaychú no está exento de eso. Nosotros tenemos unas 20 mil hectáreas que son productivas, la mayoría con soja, que están en manos de 10 propietarios. Más de la mitad de nuestro ejido está en manos de 10 personas. Esto, a su vez, es una cadena de sucesos, porque estos sectores poderosos, que no acompañan esta transformación revolucionaria de las sociedades, tienen vínculos con sectores afines que multiplican su poder de lobby.
DJ: Sin embargo, tuvo un apoyo sin precedentes en las últimas elecciones. ¿A qué se lo adjudica? ¿Cómo pudo campear en ese clima hostil?
MP: Siempre lo más importante es el sentimiento y el apoyo popular. Yo creo que todas estas medidas, que no dejan de ser conflictivas, como toda transformación, porque el ser humano como que vive parado muy cómodo en el statu quo, en el estar quieto, generan un poco de tensión. Pero, en el día a día, también la gente iba viendo un modelo de gobierno que estaba parado en la salud, en el medio ambiente, en cosas justas, y en la coherencia. Se fue generando un gran apoyo. En 2015 cuando gané la primera intendencia me tocó competir contra Cambiemos que llevaba como candidato a un dirigente de la Sociedad Rural, que después repitió candidatura en 2019. La primera intendencia la gané por 209 votos, casi un empate total técnico, por una urna gané. Mirá que paradójico: hasta 2015 nunca había habido una elección tan reñida en Gualeguaychú. Perdimos presidente, diputados, perdimos la banca de senador, menos el cargo de la intendencia. La satisfacción más grande fue que, después de 4 años de trabajo en este sentido, la gente nos posicionó con el resultado más abultado de la historia de la ciudad. Nunca había habido un intendente que superara el 50 por ciento de los votos y nunca una diferencia tan grande con el resto de las fuerzas. Cambiemos sacó alrededor del 25 por ciento, o sea que le sacamos unos 40 puntos de diferencia. Me tocó ganar en todas las escuelas, en todas las mesas. Entonces yo digo: Bueno, aunque los medios de comunicación critiquen, aunque haya un sector minoritario con mucho poder de presión, poder de lobby, también el pueblo puede y tiene instancias para oponerse a todo eso. La realidad no se puede esconder. Más allá de enumerar algunas políticas públicas, yo creo que lo que más valoró la gente es una forma de interpretar la política. Yo seguí siendo el mismo que era, vivo en la misma casa, tengo el mismo auto hace diez años, camino por los barrios, tengo mucha cercanía, mucho contacto con la gente. Hay una construcción política territorial muy fuerte. Trabajar sobre nuestras ideas sin agredir al otro, sin problematizar, sin hacer campañas políticas exuberantes, manteniendo contacto directo con la gente.
DJ: A usted lo miran como un bicho raro tanto afuera como dentro del peronismo, tal vez desde el prejuicio. Un chico muy bien educado, muy formado, salido de un pueblo con una fuerte base antiperonista, medio zurdito, que toca en las comparsas.
MP: Siempre estuve vinculado a la militancia social. Empecé en organizaciones solidarias. Fui el fundador de una especie de ONG llamada “Movimiento Vuelo Golondrina” que ayudaba a los más necesitados, a partir de las crisis de 2001. Tenía unos 19, 20 años. Después me fui metiendo en la militancia universitaria, pero sin ningún partido político porque era la época que predominaba el “que se vayan todos”, había un descrédito total de la política. Yo me forme así, en ese clima, en contra del sistema. Pero allá, en La Plata, era muy fuerte la militancia. A los 20 y pico me ofrecen venir a coordinar los centros de atención primaria de la Salud en Gualeguaychú. Eso creo que fue la llave. En definitiva, estuve 7 años coordinando los centros de salud primaria que son muchos, que están inmersos en los barrios. Mientras en mis tiempos libres ejercía como cirujano, que me daba mucho contacto con mucha gente, iba teniendo el anclaje social que era lo que más me gustaba a mi. Sobre todo con los sectores más vulnerables. Ahí hicimos un gran cambio: duplicamos la capacidad de todo ese sector. También estoy vinculado, desde hace 20 años, a los carnavales de Gualeguaychú; y eso me hizo conocer también a mucha gente. Cuando me di cuenta, ya era medio candidato. Era funcionario y cirujano de día, director artístico de la batucada el sábado de noche y después me encontraban organizando una olla popular en el barrio. Yo creo que la vida es la búsqueda de la felicidad plena, mantenido las ideas y las convicciones. Son como sueños. El que me pega, me pega por eso, creo. Por el lado de mi formación autodidacta sobre todo, pero muy de izquierda sobre todo. Me gusta la Revolución Cubana desde que soy joven. Tengo la historia del “Che” muy presente. Pero como dice Pino Solanas en su documental “La hora de los hornos”, ya no se habla más de derecha y de izquierda, se habla de los intereses de la patria contra los intereses de los antipatria. Ya no es por partidos políticos, porque la antipatria en los noventas la representó Menem. Es otra la discusión, pero me ponen ahí. Quedan desconcertados cuando un batuquero, un militante barrial, un médico cirujano con medalla de oro hace cosas por la gente. No me terminaron de tomar nunca el tiempo esos sectores. Después traté siempre de ser coherente y hacer políticas públicas. No llegué a la política para amoldarme a lo que había y quedarme quietito.
DJ: He visto que define su espacio como un movimiento. ¿Cómo lo explica?
MP: Desde la llegada a la intendencia teníamos la decisión de armar un frente que tuviera como eje central al peronismo, pero que fuera mucho más grande. Con nosotros trabajan sectores del comunismo, del socialismo y del radicalismo que nunca quisieron participar de Cambiemos. Incluimos a todo el movimiento de la economía social y el cooperativismo ahí dentro, muchas organizaciones sociales. Por eso digo que somos también un movimiento social y político donde el eje central son las banderas del justicialismo.
DJ: Se refiere también a una gestión atravesada por una idea de municipalismo, ¿Cómo entiende el municipalismo y cómo se gestiona en esa corriente?
MP: El municipalismo, institucionalmente hablando, tiene una lógica de pirámide invertida a la lógica -sobre todo- con lo que tiene que ver con los años ochentas y noventas. La agenda, en muchos lugares del mundo, le está dando base al municipalismo. El verdadero poder, en el buen sentido de la palabra, lo tienen los gobiernos locales, que tienen el contacto directo con la necesidad y la felicidad del pueblo. Las estructuras nuestras son al revés, con gran poder financiero de los gobiernos centrales. El municipalismo en la gestión es entender que los municipios deben dejar de ser municipios exclusivamente prestadores de servicios básicos. Y, verdaderamente, transformarlo en todos los aspectos de la vida en comunidad, en políticas públicas. Nosotros tenemos una secretaria de Hábitat para tratar la tierra, otra para la autoconstrucción de las viviendas, tenemos una dirección para el cooperativismo, otra que se dedica a la salud y al ambiente.
DJ: ¿Eso requiere de mucha gente formada que trabaje en los diferentes proyectos y programas o es una cuestión que la tracciona usted nomás?
MP: Yo tengo un equipo que es el verdadero constructor de todo esto. Tenemos cuadros formados profesionalmente, pero todos con mucha convicción política, con mucha ética y mucha honestidad. Yo soy médico, ahora estoy por recibirme de abogado. Nosotros pudimos mostrar con gran parte del equipo que la política no tenía que ser entendida como el último lugar. Entendida como que el que no podía trabajar en el ámbito privado o no le iba bien tenía que terminar por decantación en la política. Al contrario, en la política tenemos que poner a los mejores: los mejores cuadros y la gente más capacitada. Eso es algo que también nos propusimos cambiar.
DJ: Una cosa que le critican sus detractores es que ingresó mucha gente nueva a la planta municipal.
MP: El municipio tiene la misma planta de empleados que cuando entré, pero con muchos más servicios, más centros de salud, más centros comunitarios. Hicimos todo un plan de recursos humanos para jubilar a quienes correspondía, darle lugar y oportunidad a quienes tenían situaciones precarizadas, fuimos reconfigurado de manera paulatina una estructura a la que le quedan todavía cosas por sanear, pero mucho más organizada y transparente. A los que me quieran correr por ese lado, habría que preguntarles cómo se hizo para que la misma cantidad de trabajadores brinde una infinidad de servicios más. Casi siempre los sectores de derecha cuando critican lo hacen aduciendo a una supuesta ineficiencia del Estado. Siempre van a querer que el Estado sea chiquito para que no moleste en términos generales. Nosotros somos de otra idea: Creemos que el Estado debe ser más grande, pero no más grande en cantidad, sino también en calidad y variedad. Cuando el Estado no participa en los temas centrales de la dinámica de una comunidad, triunfa el más poderoso. Cuando el Estado no está presente lo deja todo al libre albedrío de quienes tiene más poder. Yo eso no lo concibo. No creo que deba ser así.
DJ: Si le digo: A ver Piaggio, muestre lo que tiene para mostrar. ¿Qué muestra de su gestión en materia de obras públicas, por ejemplo?
MP: Las cosas más significativas han sido la creación de la casa de la mujer: “Alas Desatadas”, se llama. Es un edificio muy grande que pasó a ser el primero. Ahora las mujeres pueden denunciar con tranquilad los hechos aberrantes sobre cuestiones de violencia de género y el Estado tiene un lugar para cobijarlas a ellas y a sus niños mientras se resuelve la cuestión judicial.
DJ: ¿Esa casa depende del área en la que fue nombrada Manu González, la primera funcionaria trans de la provincia?
MP: El área donde Manu González –Diversidad de Género- está a cargo tiene una plena participación en la coordinación de la casa. Está dentro de su dependencia. Es una muy buena funcionaria, muy responsable, que está abocada las 24 horas al trabajo. Pero, sobre todo, se está formando en términos políticos partidarios. El justicialismo pareciera no tener antecedentes de abrir las puertas a estos colectivos. Le costó mucho integrar a la mujer. Pero tenemos esas contradicciones. Es un movimiento muy amplio. Acá, en una reunión del pejota, antes de la pandemia, teníamos tal vez 50 integrantes del colectivo LTBG
DJ: ¿Qué otras cosas tiene para mostrar de su gestión?
MP: Centros integradores comunitarios, centros de salud, salones de usos múltiples. Le dimos mucho sentido al espacio público: hicimos el Parque de la Estación, la Costanera del Tiempo, recuperamos las playas que eran privadas y las hicimos públicas y gratuitas para toda la población. Revalorizamos el espacio público, le dimos seguridad y lo hicimos de calidad. Hicimos el Camino de la Costa con más de 2500 metros de recorrido, el Museo Popular de la Memoria en Gualeguaychú, rescatando el viejo edificio de la estación de trenes. Hicimos el Museo del Carnaval, reconstruyendo un edificio viejo que se destinaba a la guarda de trenes. Es el único museo con esa temática en el país, todo con fondos nuestros, locales, que es visitado por miles de turistas nacionales e internacionales. Ahí se recoge siglo y medio de la historia de los carnavales en Gualeguaychú. En materia de medio ambiente, reflotamos las plantas de tratamientos de efluentes, hicimos el Eco Parque actual con todo el reciclado y la recolección diferenciada de residuos en origen. Hicimos toda una capacitación para los recolectores y concientización de los vecinos. Cada día se saca un tipo de residuo diferente y, si no coincide, no te lo levantan. En el Ecoparque tenemos una planta muy grande de reciclado en la que trabajan más de 100 personas. Entre una cooperativa y los propios trabajadores municipales. Tenemos el primer Parque Energético Solar que le da electricidad a la planta potabilizadora de agua que nos permite ahorrar, en meses de verano, hasta 1 millón de pesos mensuales. Ahora estamos por licitar la segunda planta. Hicimos el Banco de Tierras. Hemos llegado al 97 por ciento de cloacas y red de agua potable en la ciudad. Durante los 4 años del gobierno anterior lo hicimos todo con fondos municipales, salvo las coparticipaciones y algún que otro programa relativamente aislado. Casi todo fue con la recaudación municipal.
DJ: ¿Cómo funciona ese programa de “Banco de Tierras”?
MP: Vamos comprando tierras, la vamos preparando, la vamos sirviendo y luego entra en función un programa que se llama “Tu primer terreno”. Nosotros tenemos un registro de los miles y miles de conciudadanos que no tienen ni un pedacito de tierra ni una propiedad. Después con un escribano, en un acto público, se sortea el terreno y después la familia empieza a pagarlo. El precio de la tierra es acorde a la capacidad de pago que tiene cada familia según su situación económica. La lógica de este programa fue romper el antiguo paradigma de mercado en función de la tierra. Nuestro nuevo paradigma, el que le ofrecemos al pueblo de Gualeguaychú, es que vos tenés que pagar la tierra como todo hijo de vecino, pero acorde a tus posibilidades. Pensando en un derecho que lo garantiza la Constitución Nacional, los Tratados Internacionales, pero que nadie los quiere cumplir como derecho. Nosotros garantizamos ese derecho en nuestro pueblo. Después, para la construcción de viviendas, tenemos ya algunos planes nacionales que venían de la época de Cristina y el IAPV, pero –fundamentalmente- apostamos a la autoconstrucción con un programa local que se llama “Hago mi Casa”, en el que después de entregar la tierra, le damos a cada familia los materiales para la construcción con un soporte técnico de arquitectos, de una cooperativa de gente que realiza oficios que acompaña y la propia familia hace su casa. Lo hace solidariamente porque se construyen muchas a la vez que después se sortean y a cada cual le toca una. Después se paga una cuota mensual módica a lo largo de 10 años. Aprobamos, hace un año o más, un plan de ordenamiento territorial, viendo para donde puede ir creciendo la ciudad y la fuimos haciendo crecer de manera ordenada. Después sacamos otra ordenanza que dispone que de todo terreno, de dimensiones importantes, que se vaya a lotear, un 18 por ciento de ese terreno tiene que pasar al Banco de Tierras Municipal. Es una forma de redistribuir la riqueza y también así el Banco de Tierras se va retroalimentando. La sobretasa que también aplicamos por ordenanza para los terrenos ociosos sirvió para que bajaran los precios especulativos, para que muchos empezaran a vender tierras y para estimular que la economía se mueva, que se empiece a construir. Esto apunta a la posible solución a varios temas: el no acceso a la tierra que tienen muchas personas, a ponerle coto a la tierra ociosa que no mueve la economía, y mover la economía y el trabajo doméstico. Apuntamos a una economía circular, que el dinero quede en Gualeguaychú. Como decía Perón: Dar vuelta la manguera, que dejen de succionar, que no se lleven toda la plata afuera y que quede adentro.
DJ: Me nombró al Che Guevara y la Revolución Cubana, también a Perón y a Pino Solanas en su faceta de cineasta y documentalista, ¿qué modelos, qué referentes lo han marcado?
MP: Soy muy ecléctico con respecto a eso. A lo largo de mi vida he tomado lo bueno de muchas referencias, no una sola, porque la historia de la Argentina y Latinoamérica nos ha demostrado muy buenas experiencias, pero casi todas son parciales, no son totalizantes. No creo en ningún fanatismo. Yo creo en la capacidad de pensar. Por eso tomo siempre una frase de Fidel Castro que decía “Ni calco, ni copia, sino creación heroica”. Nuestro modelo va a ser el que nosotros vayamos construyendo, con errores, con aciertos, aggiornado a lo que hoy suceda y si yo me sujeto a una sola referencia, y mucho más si es histórica, la estaría sacando de contexto. Por eso no creo en los fanatismos y creo que así soy mucho más fiel que muchos fanáticos, porque lo mejor que habrá querido algún referente es que el legado que haya podido dejar sea bien utilizado, no solamente para que sea estampado en una remera. Yo trato de tomar lo bueno que muchos grandes que han dejado y trato de reconfigurarlo y adaptarlo a cuestiones locales. Mucho de lo bueno, o malo si querés, que hemos tenido no han sido totalmente negro o blanco. Tengo que tratar de tomar lo mejor, mirar los aspectos negativos y encontrarle la vuelta de rosca adaptándome a los tiempos que corren.
DJ: Sabe que el río suena y algunos lo miran como un posible candidato a gobernador, ¿cómo imagina su futuro político cuando finalice esta segunda intendencia?
MP: No lo pienso todavía. Pero sí, algunos dicen que se está instalando la idea de que puedo tener alguna posibilidad para la gobernación, pero yo no la pienso. Estoy muy feliz trabajando acá en Gualeguaychú. Tengo que poner muchas cosas en la balanza. Tengo hijos chiquitos, pienso en ellos, en el tiempo con ellos; y, además, soy muy poco previsible ja ja.
DJ: La última, ¿qué opinión tiene del proyecto de Emergencia Solidaria que mandó a tratar el gobernador Bordet para su aprobación y que divide tanto las aguas?
MP: Me entusiasma mucho que en plena crisis económica de nuestro pueblo, los que puedan aportar más, lo hagan. Nosotros acá le aumentamos mucho las tasas a los bancos y a las entidades financieras que son los que siempre han ganado y que ganan mucho más en épocas de crisis. Coincido plenamente con proyectos que hagan distribuir la riqueza en términos generales, después hay que ver los pormenores para que no caigan en la volteada sectores que uno quiere proteger, pero la idea en crudo me interesa. Yo creo que las crisis generan estas oportunidades. Que en plena crisis se pueden votar leyes que reconfiguren el flujo de los recursos financieros, a mí me encanta.