Si bien hasta el momento las partes no habían sido notificadas en su totalidad, se pudo saber extraoficialmente que los análisis arrojaron como resultado que algunos de los canes sometidos al estudio tenían sangre humana, según publicó el sitio «03442» de Concepción del Uruguay.
El hecho ocurrió minutos antes del mediodía del viernes 27 de julio en calle 41 del Oeste y Alberdi, donde varios canes atacaron al niño y le dieron muerte, llegando a comerse parte del cuerpo, siendo evitado finalmente por la intervención de vecinos de la zona.
El menor, hijo de Yesica Haak y Brian Romero, habría salido caminando de la casa ubicada a unos 50 metros del lugar donde fue hallado el cuerpo, desconociéndose los motivos por los que fue atacado tan ferozmente hasta morir desangrado, pudiéndose observar numerosas mordeduras en su cuerpo desnudo, ya que los perros le terminaron arrancando sus ropas.
Tras lo sucedido, ante la intervención del fiscal y médico forense, se procedió al traslado del cuerpo a la morgue y al secuestro de tres perros, cuyos propietarios vivían en casas cercanas al lugar del trágico suceso y que según testimonios, estarían involucrados en el mismo.
Por orden judicial, estos animales –finalmente depositados en la Sección Canina de la Policía– y otros de la zona, fueron sometidos a hisopado, para constatar si tenían rastros de sangre, muestras que fueron enviadas a Criminalística de Paraná, decidiéndose esperar los resultados para así llamar a declaración a las personas.
Esta semana, los resultados fueron remitidos a manos del doctor Fernando Lombardi, confirmándose que se descubrió sangre humana en los animales, pero no se dio detalle de qué perros se trataba. Por el momento, Lombardi notificará a las partes y seguramente comenzará con las testimoniales e indagatorias a los dueños o responsables de los canes, debiéndose esperar que se confirme por estudios de ADN, si la sangre humana pertenece a la del niño asesinado.
Por otra parte, serán fundamentales las pericias y lo que surja de las declaraciones, ya que según trascendió ese trágico día, había indicios en el lugar de los hechos, que demostrarían que el cuerpito de la criatura fue arrastrado de sur a norte, destacándose que en el lugar donde se lo halló, llamativamente, no había grandes manchas de sangre en el suelo, siendo que el niño murió desangrado, por lo que pudo haber sido atacado más cerca de su propia casa.