En la causa conocida como «Klotzman», fueron considerados culpables de homicidios, secuestros y aplicación de tormentos el capitán (R) del Ejército Jorge Alberto Fariña y los expolicías Federico Almeder, Juan Langlois y Enrique Andrés López, quienes en la última dictadura cívico-militar se desempeñaron en la sede local de la Policía Federal.
Durante el proceso se juzgaron 29 casos y los imputados fueron acusados por los delitos de «homicidio agravado, privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados, supresión de identidad, sustracción, retención y ocultación de un menor de 10 años y asociación ilícita», indicaron las fuentes.
Testimonios de familiares de las víctimas
Al conocerse el fallo Patricia Maciel, hija de Mimí Inchaurraga y Rolando «Pirulo» Maciel, ambos secuestrados el 8 de agosto de 1976, dijo: «Estoy muy conforme con la sentencia porque era lo que esperábamos con la importancia de también involucrar a las otras fuerzas que ya sabíamos que operaban pero que no habían sido juzgadas, como la Policía Federal y la Policía Provincial».
«En mi caso mis padres fueron desaparecidos, torturados y después fusilados y hace 45 años que estaba esperando esto», enfatizó.
«La única particularidad es que hubiera esperado que la sentencia fuera con cárcel común», consideró, pero valoró que «haya sido perpetua y por delitos de lesa humanidad».
Por su parte, Nora Lía Pastorini, hija de Alejandro Pastorini, una de las víctimas, contó: «Le pedí a los sonidistas que pasen el tema ‘Caminante, no hay camino’, el poema de (Antonio) Machado que es justamente el que Ricardo Klotzman le cantaba a Fernando Brarda, el único sobreviviente de esta causa, para acompañarlo y sostenerlo en situaciones de semejantes tormentos que estaban sufriendo».
A su vez, «el tema tiene que ver con este camino que hemos transitado todos estos años. Esto es un camino de militancia y lucha, la sentencia de hoy refleja eso».
«Esto es reparador no solo para las víctimas y familiares de esta causa. sino para todo el pueblo argentino», sostuvo.
El querellante y testigo Hector «Chinche» Medina, hermano del militante desaparecido Oscar Medina, dijo al salir del TOF2, luego de presenciar la lectura de la sentencia, que «esta victoria no es solo por las víctimas del pasado, es por el presente y por el futuro porque si dejamos impunes a estos genocidas van a ir por una nueva generación de jóvenes».
«Acá no hubo dos demonios, hubo dos proyectos de país. Triunfó el de la concentración económica y las consecuencias las están pagando nuestro pueblo, nuestros hijos y nietos», enfatizó.
«Nosotros tenemos una responsabilidad ante la historia, tenemos que defender la justicia, la memoria la verdad y el futuro de los que luchan hoy en cada barrio, universidad, fábrica y movilización», finalizó.
Rodeada de militantes y familiares de víctimas, la abogada querellante de HIJOS Rosario, Nadia Schujman, dijo a Télam que «una sentencia de estas características es un corte civilizatorio».
«Nos llevamos todas las perpetuas que pedimos y eso es muy importante no solo para las víctimas sino para nosotros como pueblo», señaló.
«En mi caso mis padres fueron desaparecidos, torturados y después fusilados y hace 45 años que estaba esperando esto»
Durante el juicio se ventilaron los casos de 29 víctimas del terrorismo de Estado, la mayoría ligadas al ERP, de las cuales solo hubo 2 sobrevivientes.
Son Fernando Brarda y un hombre que luego de 40 años supo que estuvo secuestrado «por error» en el centro clandestino «Quinta Operacional de Fisherton», por la que pasaron los desaparecidos de la causa.
El debate incluyó la sustracción y supresión de identidad de una menor de 10 años, hija del matrimonio de Ricardo Klotzman y Cecilia Barral, quien dio a luz en cautiverio, y que fue dada en adopción legal a un matrimonio de la ciudad de Santa Fe.
Ambos están desaparecidos, recordaron voceros del caso.
Su hija, María Pía, conoció su identidad en abril de 2011 tras pruebas en el Banco Nacional de Datos Genéticos y se convirtió en la nieta 103 recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo.